La jerarquía católica alemana suspende a un sacerdote que celebró una eucaristía conjunta con protestantes
Un sacerdote católico alemán, que a fines de mayo participó en una eucaristía celebrada con religiosos evangélicos, ha sido suspendido por la jerarquía en una nueva prueba de que ésta no está dispuesta a permitir un acercamiento a fondo entre las dos comunidades cristianas predominantes en Alemania.
Pese a una prohibición expresa del Vaticano, el sacerdote y catedrático de teología Gotthold Hasenhüttl, de 69 años, había administrado la comunión a un homólogo evangélico en la misa conjunta celebrada en Berlín en el primer congreso ecuménico de católicos y protestantes. Por la misma infra...
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Un sacerdote católico alemán, que a fines de mayo participó en una eucaristía celebrada con religiosos evangélicos, ha sido suspendido por la jerarquía en una nueva prueba de que ésta no está dispuesta a permitir un acercamiento a fondo entre las dos comunidades cristianas predominantes en Alemania.
Pese a una prohibición expresa del Vaticano, el sacerdote y catedrático de teología Gotthold Hasenhüttl, de 69 años, había administrado la comunión a un homólogo evangélico en la misa conjunta celebrada en Berlín en el primer congreso ecuménico de católicos y protestantes. Por la misma infracción, hace semanas ya había sido suspendido otro cura católico.
Respaldado por teólogos críticos con la jerarquía como Hans Küng, Hasenhüttl se mostró ayer impenitente y anunció que recurrirá ante el Vaticano la sanción, que le prohíbe oficiar misa y dar clases de teología. El religioso considera que es víctima de "medidas inquisitoriales" y sostiene que volvería a actuar igual.
Juan Pablo II prohibió la eucaristía conjunta en una reciente encíclica. Los evangélicos no creen que en la comunión se ingiera la sangre y el cuerpo de Cristo.
"Todos han entendido la prohibición papal de la comunión conjunta, menos el señor Hasenhüttl", se quejó ayer el superior directo del religioso, Richard Marx, obispo de Tréveris y responsable de la sanción. En su opinión, la medida disciplinaria fue necesaria para "preservar la unidad de la Iglesia católica".