Italia aborda el retraso en la edad de prejubilación hasta los 60 años

El Gobierno italiano decidirá hoy si afronta o no una reforma en profundidad de las pensiones, el talón de Aquiles de las cuentas públicas en la mayor parte de la Europa desarrollada. Un capítulo que en Italia absorbe el 14,32% del PIB y amenaza con desequilibrar definitivamente los Presupuestos de 2004.

El ministro del Tesoro, Giulio Tremonti, estudia retrasar de los 57 a los 60 años la edad mínima para acceder a la prejubilación, pero esta iniciativa ha tropezado de frente con el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi. Tremonti confía en que sea la Comisión Europea la que obligue al Go...

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El Gobierno italiano decidirá hoy si afronta o no una reforma en profundidad de las pensiones, el talón de Aquiles de las cuentas públicas en la mayor parte de la Europa desarrollada. Un capítulo que en Italia absorbe el 14,32% del PIB y amenaza con desequilibrar definitivamente los Presupuestos de 2004.

El ministro del Tesoro, Giulio Tremonti, estudia retrasar de los 57 a los 60 años la edad mínima para acceder a la prejubilación, pero esta iniciativa ha tropezado de frente con el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi. Tremonti confía en que sea la Comisión Europea la que obligue al Gobierno de Roma a adoptar la reforma.

La ley aprobada hace más de un año por el Gobierno de Silvio Berlusconi para afrontar los retoques necesarios en el Estado de bienestar, sin perder el control del gasto público, se ha quedado inexorablemente vieja antes de recibir la luz verde del Parlamento.

De acuerdo con los parámetros fijados por dicha ley, presentada por el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, de la Liga Norte, para mantener la actual cobertura de pensiones en este país, con la natalidad más baja de Europa, era necesario un crecimiento económico anual del 2,2% del PIB durante una década. Algo que no se cumplió ni remotamente en 2002, cuando Italia creció medio punto porcentual, ni se cumplirá este año, según todas las previsiones.

Tremonti esperaba la dura respuesta de los sindicatos, que ha llegado puntual. Las tres grandes centrales han amenazado con la huelga si se tocan las pensiones. Menos previsible era la oposición furiosa de Bossi, que ayer se declaró rotundamente contrario a tocar las pensiones, acusando a Tremonti, aunque sin citarle, de pensar sólo en "hacer caja" con el dinero de las prejubilaciones.

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