Un miembro de la familia real marroquí prometió a Lmrabet ayuda para nuevas revistas si dejaba su huelga

El príncipe Mulay Hicham, segundo en la línea de sucesión al trono de Marruecos, prometió al periodista Alí Lmrabet "ayudarle a sacar nuevas publicaciones o hacerse cargo de ellas" para convencerle de que concluyese su huelga de hambre, que le había colocado al borde de la muerte.

"Le dije primero que lo importante era seguir defendiendo sus principios y que para eso no merecía la pena seguir poniendo su vida en peligro", afirmó Mulay Hicham en una conversación con este periódico. "También mostré mi disposición a apoyarle para que algún día saque otras publicaciones".

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El príncipe Mulay Hicham, segundo en la línea de sucesión al trono de Marruecos, prometió al periodista Alí Lmrabet "ayudarle a sacar nuevas publicaciones o hacerse cargo de ellas" para convencerle de que concluyese su huelga de hambre, que le había colocado al borde de la muerte.

"Le dije primero que lo importante era seguir defendiendo sus principios y que para eso no merecía la pena seguir poniendo su vida en peligro", afirmó Mulay Hicham en una conversación con este periódico. "También mostré mi disposición a apoyarle para que algún día saque otras publicaciones".

Lmrabet aceptó poner fin a una huelga de hambre, que duró 50 días, después de recibir dos visitas, en la planta para reclusos del hospital Avicenas de Rabat, donde está ingresado, de Mulay Hicham, primo hermano del rey Mohamed VI, con quien mantiene malas relaciones.

El periodista protestaba así por su condena a tres años de cárcel por ultraje al rey y el cierre de sus dos revistas, Demain, el segundo más vendido de los semanarios francófonos, y Douman, en árabe.

La inesperada intervención de Mulay Hicham ha suscitado todo tipo de especulaciones sobre el regreso al escenario político marroquí de este príncipe, que desde hace más de un año optó por exiliarse en EE UU y que ahora se encontraba de vacaciones en Marruecos.

"Intervine a título estrictamente personal y lo hice por razones humanitarias, aunque es verdad que las conversaciones que mantuve con Lmrabet fueron políticas", asegura Mulay Hicham. "En días previos a mis visitas, el Estado marroquí había creado condiciones propicias para alcanzar una solución, aunque Lmrabet tomó su decisión sin obtener nada a cambio". "En cuanto a mí, me alejé en su día de Marruecos y no proyecto entrar en política". "Tengo además muchos compromisos fuera del país".

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Desde que terminó su huelga, el estado de salud del periodista se ha deteriorado aún más -su cuerpo rechaza el poco alimento que ingiere- y su familia hizo un llamamiento pidiendo que reciba un tratamiento adecuado.

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