El nuevo jefe de Policía culpa del 80% de la inseguridad a la pequeña delincuencia

El nuevo jefe superior de Policía de Madrid, Miguel Ángel Fernández Rancaño, que sustituye en el cargo a Juan Bautista Zurera, anunció ayer que reforzará la investigación de los homicidios, ya que el aumento de la criminalidad es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la región. El nuevo responsable de la jefatura también destacó que la pequeña delincuencia -robos y hurtos- es el hecho delictivo que más inseguridad genera entre los ciudadanos y supone el 80% del trabajo de la policía. Fernández Rancaño admitió que la delincuencia ha crecido un 3,7% en lo que va de año.

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El nuevo jefe superior de Policía de Madrid, Miguel Ángel Fernández Rancaño, que sustituye en el cargo a Juan Bautista Zurera, anunció ayer que reforzará la investigación de los homicidios, ya que el aumento de la criminalidad es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la región. El nuevo responsable de la jefatura también destacó que la pequeña delincuencia -robos y hurtos- es el hecho delictivo que más inseguridad genera entre los ciudadanos y supone el 80% del trabajo de la policía. Fernández Rancaño admitió que la delincuencia ha crecido un 3,7% en lo que va de año.

El nuevo jefe de Policía juró su cargo en el complejo policial de Canillas (Hortaleza) ante el secretario de Estado de la Seguridad, Ignacio Astarloa; el director general de la Policía, Ignacio Díaz de Mera, y el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui. Fernández Rancaño anunció que su principal objetivo será "tratar de reducir las tasas de delincuencia" en Madrid y las localidades adscritas al Cuerpo Nacional de Policía (aquellas que superan los 50.000 habitantes). Para ello, pretende seguir las líneas marcadas por su antecesor: "Apostaré por una línea continuista, porque están bien enfocados los problemas".

El nuevo responsable policial señaló que las cifras de criminalidad han bajado con respecto a las subidas de 2001. "El año pasado subieron las denuncias más de un 10%, mientras que en lo que va de año nos hemos situado en Madrid en un 3,7%. Los delitos se han estabilizado, menos los homicidios. Las faltas han subido entre un 5% y un 6%, porque son en las que resulta más difícil aplicar penas ejemplarizantes a los detenidos", añadió Fernández Rancaño. Estas cifras contrastan con las ofrecidas de forma reiterada por el ministro del Interior, Ángel Acebes, que ha asegurado en sus comparecencias parlamentarias que la tasa de delincuencia estaba bajando en la capital.

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el nuevo jefe superior es la larga lista de homicidios que se han registrado en Madrid en lo que va de año. De los 56 registrados en la región desde enero, el 82%, es decir 46, han correspondido a la zona controlada por la Jefatura Superior de Policía. "Los homicidios y los asesinatos van a seguir produciéndose en una sociedad compleja como la nuestra. Lo que se trata es de evitar que se produzcan y que los autores salgan impunes. Mi intención es reforzar la investigación y dotarla de más recursos humanos y materiales si es necesario", añadió.

Según Fernández Rancaño, es necesario analizar uno por uno los homicidios para llegar a las causas: "Reconozco que tengo un conocimiento muy superficial de los casos, pero, desde luego, no es lo mismo un ajuste de cuentas, un caso de violencia doméstica o que una doctora mate a tres personas o las riñas de fin de semana entre determinados colectivos de extranjeros que terminan con el uso de armas blancas". "A cada uno hay que darle un tratamiento singular, pero hay que dejar tiempo a los investigadores para que hagan su trabajo", añadió.

Junta Local de Seguridad

El nuevo jefe policial mantuvo que el 80% de las denuncias se refiere a la pequeña delincuencia, que son las que producen mayor sensación de inseguridad subjetiva en los madrileños. Fernández Rancaño mantuvo que seguirá los pasos emprendidos en su anterior puesto, jefe superior de Cataluña, donde tenía una especial importancia la Junta Local de Seguridad. En ella se reunían los responsables de las policías locales, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, junto con la policía autonómica, los fiscales y el decano de los jueces. Además, podían intervenir las asociaciones de afectados por algún tipo de delincuencia en especial. "Es una herramienta que ha funcionado bien y que aquí también se puede utilizar", adelantó.

Fernández Rancaño no quiso adelantar si cambiará al equipo que ha dirigido la jefatura con su antecesor, Juan Bautista Zurera: "No tengo ninguna idea predeterminada. Hay que ver dónde estamos y cómo. Soy una persona de equipo que no trabajo solo. Desde luego, trataré de rodearme del mejor equipo". Tampoco supo precisar si cuenta en la actualidad con una plantilla suficiente para hacer frente a las necesidades de Madrid: "Acabo de aterrizar y no sé la dotación que tiene la jefatura".

El secretario de Estado de la Seguridad, Ignacio Astarloa, agradeció la labor prestada por el nuevo jefe superior en sus anteriores puestos: "No hay nadie que no conozca bien el desarrollo de su meritoria labor en diversos lugares. Ha obtenido méritos importantes en Barcelona y los va a obtener también en Madrid". Astarloa también tuvo palabras para el jefe superior destituido: "Hay que recordar cómo se ha trabajado bajo tu dirección en la lucha antiterrorista y en el desarrollo de importantes eventos que han tenido lugar en la capital. Te pido que sigas dedicando en tu nuevo cargo [probablemente miembro del Consejo de la Policía] el máximo empeño, dedicación, ilusión y responsabilidad, que en tus puestos anteriores", concluyó.