Los dueños del 'Corriere'
Detrás de la prestigiosa cabecera del Corriere della Sera están algunas de las grandes dinastías empresariales de Italia. No se trata de una excepción, porque la mayoría de los grandes medios del país pertenece a grupos industriales. La propia patronal (Confindustria) tiene un diario económico, Il Sole 24 Ore; la familia Agnelli controla La Stampa; los constructores Caltagirone, Il Messaggero de Roma e Il Mattino de Nápoles, mientras en La Repubblica tiene una importante participación el antiguo patrón de Olivetti, Carlo de Benedet...
Detrás de la prestigiosa cabecera del Corriere della Sera están algunas de las grandes dinastías empresariales de Italia. No se trata de una excepción, porque la mayoría de los grandes medios del país pertenece a grupos industriales. La propia patronal (Confindustria) tiene un diario económico, Il Sole 24 Ore; la familia Agnelli controla La Stampa; los constructores Caltagirone, Il Messaggero de Roma e Il Mattino de Nápoles, mientras en La Repubblica tiene una importante participación el antiguo patrón de Olivetti, Carlo de Benedetti.
El Corriere es parte de RCS Media Group, un holding controlado por 11 grandes empresas que poseen alrededor del 45% de las acciones, agrupadas en un férreo pacto de sindicato. Fiat, Pirelli, Gemina, Generali, Edison, Mediobanca, Banca Intesa, son algunas de las firmas que integran el pacto, aunque en el núcleo duro, el más influyente, están la familia Agnelli, a través de Sicind, con la mayor cuota de capital, el 10,2%; la Gemina de la familia Romiti, con cerca del 10%, y Mediobanca, con un porcentaje similar.
La influencia de Marco Tronchetti Provera, de Pirelli, es también grande, pese a poseer sólo el 1,9% de las acciones, quizá porque detrás de este elegante empresario están los poderes de Telecom Italia, principal operador telefónico del país. Los restantes socios controlan cuotas de entre el 1% y el 2%, salvo en el caso de Italmobiliare, cuyo paquete asciende al 4,8% del total. Desde hace al menos ocho meses pugna por entrar en el club Salvatore Ligresti, un empresario siciliano, dueño de un más que respetable 5% de las acciones, pero considerado por la élite económica del Corriere un advenedizo, demasiado ligado al primer ministro, Silvio Berlusconi.