Suiza aportará información a España sobre operaciones de empresas españolas

Madrid renuncia a cobrar impuestos sobre intereses y cánones a compañías helvéticas

El Gobierno suizo aportará información a España sobre las empresas españolas que realizan operaciones financieras en Suiza y sobre las extranjeras que a través de este país efectúen operaciones en España, de forma que Hacienda disponga de nuevos ingresos inaccesibles ahora debido al férreo secreto bancario del país helvético. Suiza compensará así a España por la renuncia del Gobierno español, como los demás de la UE, a percibir impuestos sobre intereses y cánones, así como de matrices y filiales, de firmas suizas en España, una condición requerida para que entre en vigor la directiva sobre arm...

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El Gobierno suizo aportará información a España sobre las empresas españolas que realizan operaciones financieras en Suiza y sobre las extranjeras que a través de este país efectúen operaciones en España, de forma que Hacienda disponga de nuevos ingresos inaccesibles ahora debido al férreo secreto bancario del país helvético. Suiza compensará así a España por la renuncia del Gobierno español, como los demás de la UE, a percibir impuestos sobre intereses y cánones, así como de matrices y filiales, de firmas suizas en España, una condición requerida para que entre en vigor la directiva sobre armonización fiscal al ahorro.

Fuentes oficiales españolas señalaron ayer que el acuerdo bilateral entre Suiza y España está "prácticamente hecho", lo que supondrá el último escollo para la entrada en vigor de esa directiva que lleva negociándose una década y que supondrá el intercambio de información entre las haciendas de los países de la UE sobre los ahorros de extranjeros depositados en países terceros. Bélgica, Luxemburgo y Austria condicionaron el pacto a que Suiza admitiera un acuerdo similar con la UE.

El acuerdo incluía que los países de la UE renunciaban a percibir los mencionados impuestos que hoy pagan las empresas suizas, por filiales o delegaciones. Pese a las presiones, Suiza se negó a intercambiar información con los países de la UE, porque hubiera supuesto el fin del secreto bancario. A cambio, ofreció entregar una retención en origen de hasta el 35% de los intereses correspondientes a los ahorros de ciudadanos de la UE.

Varios Gobiernos, con el alemán a la cabeza, lo aceptaron porque son decenas de miles los ciudadanos alemanes que tienen depositados sus ahorros en Suiza. Pero, según los confidenciales y secretos datos del Gobierno español, a la Hacienda española no le compensaba el arreglo, por lo que optó por negociar un acuerdo bilateral para sustituir al hoy vigente sobre doble imposición, que en ningún caso prevé el intercambio de información.

Con este nuevo acuerdo, que entrará en vigor en cuanto lo aprueben los dos parlamentos, España renunciará a los impuestos sobre cánones o matrices, que suponen unos 50 millones al año, y Suiza aportará a España "suficiente información" como para compensar a España, lo que supone una obvia amenaza para sociedades españolas que, amparándose en el secreto bancario, eluden los impuestos. Francia y Alemania ya tienen acuerdos similares con Suiza desde hace años. Rodrigo Rato, ministro de Economía, declaró ayer que con este acuerdo se busca "un trato igualitario y beneficioso para ambos tesoros" a través de compensaciones "equilibradas".

Lucha contra el fraude

En paralelo a estas negociaciones y a la conclusión del acuerdo sobre fiscalidad en el ahorro, la Comisión Europea negocia desde hace tres años con las autoridades helvéticas un acuerdo global de lucha contra el fraude encaminado especialmente a la lucha contra el blanqueo de dinero. Hasta el momento, los resultados han sido muy modestos, y así lo explicará hoy en Luxemburgo a los ministros de Finanzas de la UE la comisaria de Presupuestos, la alemana Michaele Schreyer, quien mantuvo la última ronda negociadora con las autoridades suizas el pasado 15 de mayo.

Schreyer ha comentado que el Gobierno suizo pone serios inconvenientes en tres capítulos: la cooperación administrativa, la judicial en casos de delitos financieros y la inclusión del lavado de dinero como delito, algo que la legislación suiza no contempla cuando procede de cantidades fiscales defraudadas. La UE exige a Suiza que endurezca su laxa legislación que favorece el fraude y el lavado con el perjuicio para las haciendas y para las arcas comunitarias por el fraude en el IVA.

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