Análisis:Inversión | CONSULTORIO

Cajas bien gobernadas

La reciente aprobación por la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso por la que se modifican las leyes del mercado de valores y de sociedades anónimas, con el fin de reforzar la transparencia de las sociedades anónimas cotizadas, ha supuesto lo que debe considerarse una buena noticia para las cajas de ahorros españolas, al ser incluidas en su ámbito de aplicación, pese a que no son sociedades anónimas. Dicha ley incorporará algunas de las recomendaciones sobre el buen gobierno de las sociedades contenidas en el denominado Informe Aldama.

No hay que olvidar que las cajas de ...

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La reciente aprobación por la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso por la que se modifican las leyes del mercado de valores y de sociedades anónimas, con el fin de reforzar la transparencia de las sociedades anónimas cotizadas, ha supuesto lo que debe considerarse una buena noticia para las cajas de ahorros españolas, al ser incluidas en su ámbito de aplicación, pese a que no son sociedades anónimas. Dicha ley incorporará algunas de las recomendaciones sobre el buen gobierno de las sociedades contenidas en el denominado Informe Aldama.

No hay que olvidar que las cajas de ahorro están desarrollando una presencia creciente como emisoras en los mercados de valores, bien con la finalidad de reforzar sus recursos propios -cuotas participativas, participaciones preferentes y deuda subordinada-, bien para financiar sus inversiones crediticias -cédulas hipotecarias y otros valores-. Dado que las normas y prácticas de buen gobierno deben ser valoradas positivamente por los inversores y que los distintos emisores que compiten en los mercados deben estar sujetos a las mismas reglas, es muy positivo que las cajas ofrezcan idénticos estándares de transparencia informativa que otros emisores.

Las cajas de ahorro españolas están desarrollando una presencia creciente como emisoras en los mercados de valores

Por el momento, la inclusión de las cajas en el mencionado proyecto de ley implica la publicación de un informe anual de gobierno corporativo, cuyo contenido se refiere a aspectos muy importantes de su funcionamiento como entidades y, a la vez, empresas financieras, destacando sus sistemas de control de riesgos. Sin embargo, dicho proyecto recoge otros principios de buen gobierno sobre los que debería considerarse su aplicación a las cajas, o bien éstas deberían desarrollar por propia iniciativa, teniendo en cuenta sus peculiaridades y, en particular, la presencia de múltiples grupos de interés en sus órganos rectores. A fin de cuentas, las cajas de ahorro españolas no se han caracterizado precisamente por haber incubado ningún tipo de escándalo empresarial relevante hasta la fecha.

Javier Capón y Francisco J. Valero son de Analistas Financieros Internacionales.

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