Plaza de Oriente

Peatonalizar la plaza de Oriente es el reto que propongo a quien logre la alcaldía el próximo día 25, ya que el alcalde saliente no lo ha logrado. El alcalde o alcaldesa entrante lo tiene aparentemente fácil. La infraestructura está hecha. Lo único que tiene que conseguir es que los coches no se paseen por la puerta del Teatro Real, que las furgonetas que suministran a los restaurantes se queden fuera, que los asistentes al teatro hagan a pie 15 metros desde Ópera, o que los autobuses de Madrivisión vuelvan a circular por el paso subterráneo de la calle de Bailén, y no por la fachada principal...

Peatonalizar la plaza de Oriente es el reto que propongo a quien logre la alcaldía el próximo día 25, ya que el alcalde saliente no lo ha logrado. El alcalde o alcaldesa entrante lo tiene aparentemente fácil. La infraestructura está hecha. Lo único que tiene que conseguir es que los coches no se paseen por la puerta del Teatro Real, que las furgonetas que suministran a los restaurantes se queden fuera, que los asistentes al teatro hagan a pie 15 metros desde Ópera, o que los autobuses de Madrivisión vuelvan a circular por el paso subterráneo de la calle de Bailén, y no por la fachada principal del palacio.

Con este pequeño esfuerzo se peatonalizaría la plaza de Oriente y se evitaría el deterioro de la calzada, muy evidente delante del teatro. Eso sí, si la situación es irreversible, déjese al resto de conductores que pagan sus impuestos circular libremente, o suminístrese a los peatones, entre los que abundan los niños y las personas mayores, unos chalecos reflectantes para que puedan ser vistos.