Maragall llama a votar porque "la izquierda sólo tiene a la gente"

Pasqual Maragall recurrió ayer a la nítida diferenciación entre derechas e izquierdas para convocar a los progresistas a votar el domingo al PSC. En Tarragona, el símbolo de la alianza municipal entre CiU y el PP, que Maragall considera el "emblema" del cambio para toda Cataluña, el líder socialista pidió la máxima movilización: "Somos un partido de izquierdas y la izquierda sólo tiene a la gente", afirmó. La derecha, en contraposición, "tiene más dinero y más empresarios".

Maragall arropó en Tarragona a Josep Fèlix Ballesteros, el candidato socialista que aspira a dar un vuelco en la ú...

Pasqual Maragall recurrió ayer a la nítida diferenciación entre derechas e izquierdas para convocar a los progresistas a votar el domingo al PSC. En Tarragona, el símbolo de la alianza municipal entre CiU y el PP, que Maragall considera el "emblema" del cambio para toda Cataluña, el líder socialista pidió la máxima movilización: "Somos un partido de izquierdas y la izquierda sólo tiene a la gente", afirmó. La derecha, en contraposición, "tiene más dinero y más empresarios".

Maragall arropó en Tarragona a Josep Fèlix Ballesteros, el candidato socialista que aspira a dar un vuelco en la única capital de provincia controlada por la federación nacionalista. El PSC, en palabras del propio Maragall, considera que Tarragona es la "joya de la corona" de los comicios del domingo y al mismo tiempo la explicación de la alianza política entre CiU y el PP de los últimos años. "El domingo toda Cataluña mirará a Tarragona", remachó.

A juicio del presidente del PSC, si Jordi Pujol fue investido en 1999 con los votos del PP -y no de Esquerra Republicana (ERC), que suma los mismos escaños en el Parlament- fue precisamente por los pactos municipales suscritos por ambas formaciones en las principales ciudades catalanas gobernadas por los nacionalistas. La más importante, Tarragona. En opinión de Maragall, la colaboración entre CiU y el PP es ya tan intensa que ambos partidos pactarán ya "siempre".

Maragall advirtió a los suyos del "exceso de confianza" -las encuestas otorgan al PSC una tendencia al alza y a CiU a la baja-. "No hay nada peor que el exceso de confianza", aseguró el líder socialista. Por eso incluso hizo prometer a su audiencia que sudaría y correría hasta el último minuto en pos de los votos.

Para emplazarles a hacer el último esfuerzo, Maragall recurrió al imaginario de la izquierda clásica nacida en el siglo XIX, cuyo legado -republicano, socialista e incluso libertario- no ha cesado de reivindicar en toda la campaña. Dividió a los contrincantes electorales entre derecha e izquierda. Los primeros, dijo, tienen "el dinero y más empresarios". Los segundos, en cambio, "sólo tienen a la gente", y por esta razón deben hacer un esfuerzo suplementario de movilización electoral. Muy lejanos parecen los tiempos en que el británico Tony Blair era el principal referente del presidente del PSC.

En su discurso, Maragall reiteró que si en otoño llega a la presidencia de la Generalitat está dispuesto a "hacer limpieza" y a acabar con los asuntos "tabúes". Entre éstos incluyó de nuevo la inmigración y la lengua y se refirió, sin citarlas, a sus polémicas declaraciones del inicio de la campaña, cuando acusó a CiU de privilegiar en sus políticas "la pureza de sangre y de estirpe".