La mudanza del Centro de Restauración libera el monasterio de Sant Cugat

Un nuevo edificio en Valldoreix acoge el servicio de la Generalitat

El Centro de Restauración de Bienes Muebles de la Generalitat ha cambiado las milenarias piedras del monasterio de Sant Cugat por un nuevo y moderno edificio, en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento, al lado de un campo de golf, en la urbanización de Valldoreix. Que los restauradores y conservadores dejaran de ser inquilinos del monasterio era condición indispensable para abrir el monumento románico al gran público.

El traslado a la nueva sede, un edificio ideado por los arquitectos Rob Dubois y Jordi Hidalgo y que ha tenido un coste de 4.986.522 euros, no ha estado exento de polém...

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El Centro de Restauración de Bienes Muebles de la Generalitat ha cambiado las milenarias piedras del monasterio de Sant Cugat por un nuevo y moderno edificio, en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento, al lado de un campo de golf, en la urbanización de Valldoreix. Que los restauradores y conservadores dejaran de ser inquilinos del monasterio era condición indispensable para abrir el monumento románico al gran público.

El traslado a la nueva sede, un edificio ideado por los arquitectos Rob Dubois y Jordi Hidalgo y que ha tenido un coste de 4.986.522 euros, no ha estado exento de polémica. El pasado febrero, UGT denunció ante la Inspección del Trabajo que se obligó a trasladar a la totalidad de la plantilla cuando el edificio aún estaba en fase de obras. El sindicato también denunció irregularidades en la seguridad, como la falta de medios para extraer vapores tóxicos que emanan de los productos utilizados por los conservadores, la insuficiencia de la renovación del aire en las salas de trabajo, y la inexistencia de un almacén seguro, cerrado y ventilado para productos químicos.

Ayer, después de inaugurarse el centro, su director, Josep Maria Xarrié, explicó que todos estos problemas están en vías de solución. "No podemos paralizarlo todo", aseguró.

Antes de su traslado, el Centro de Restauración estuvo durante 23 años en el monasterio de Sant Cugat. El centro se inauguró en 1981, bajo el auspicio del entonces consejero de Cultura, Max Cahner.

Sobre el cambio de sede, Xarrié aseguró que el nuevo edifico "es Hollywood". De hecho, el Centro de Restauración ha ganado en espacio y altura, algo que necesitaba si quería restaurar murales. La superficie es de 4.000 metros cuadrados. Entre los nuevos equipamientos, la sede incluye un laboratorio fisicoquímico que analiza y realiza los estudios previos de las técnicas que se aplican sobre las piezas en el proceso de restauración. Hay también un centro de documentación de las piezas restauradas, un plató fotográfico para guardar información de los trabajos realizados y una sala de actos con capacidad para 60 personas. El nuevo edificio, que cuenta con tres grandes talleres, también acoge el Servicio de Arqueología de la Dirección General de Patrimonio.

El consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, valoró la velocidad con que se ha realizado el proyecto: tan sólo un año y medio se ha tardado en construir el edificio.

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El alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder, de CiU, subrayó que desde el inicio de la legislatura se propuso "devolver al monasterio su esplendor".

El centro se ocupa de la restauración de pinturas, material de archivo, vidrio, piedra, cerámica, metal, cuero, materiales textiles y etnológicos. En el año 2002 realizó 1.256 actuaciones.

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