Una muestra de fotos rescata la historia minera de la Margen Izquierda

Barakaldo presenta las imágenes de la zona que Enrique Piñeiro tomó entre 1930 y 1936

La historia de la cuenca minera del Nervión supone todo un tesoro etnográfico por descubrir, como refleja la selección de fotografías de Enrique Piñeiro Guerrero que se presenta en la sala Barakart-Arte y Espacio (Parque de los Hermanos) de Barakaldo. Son imágenes de quien fuera el retratista de la cuenca minera, entre 1930 y 1936, hasta que salió a luchar al frente de Madrid, y que han sido recuperadas por la Editorial Salgai.

"Sobre la vida en la zona de las minas del Nervión había mucha literatura, pero escaseaban los testimonios escritos; nuestra idea fue aplicar el cuestionario etn...

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La historia de la cuenca minera del Nervión supone todo un tesoro etnográfico por descubrir, como refleja la selección de fotografías de Enrique Piñeiro Guerrero que se presenta en la sala Barakart-Arte y Espacio (Parque de los Hermanos) de Barakaldo. Son imágenes de quien fuera el retratista de la cuenca minera, entre 1930 y 1936, hasta que salió a luchar al frente de Madrid, y que han sido recuperadas por la Editorial Salgai.

"Sobre la vida en la zona de las minas del Nervión había mucha literatura, pero escaseaban los testimonios escritos; nuestra idea fue aplicar el cuestionario etnográfico de José Miguel Barandiaran, adaptado a los escasos supervivientes de aquella época", explica Ricardo Santamaría, uno de los impulsores del proyecto, que comenzó con el enclave imprescindible de Muskiz.

Entre otras revelaciones, se encontraron con las placas reveladas de Enrique Piñeiro Guerrero, un fotógrafo madrileño de quien todos los entrevistados guardaban memoria. Piñeiro pasó a convertirse en un complemento imprescindible de las historias orales que iban recopilando Santamaría y su equipo. Llegaron a reunir hasta 450 imágenes de las familias en su vida cotidiana, pero también de los obreros en sus faenas mineras.

De este modo, la historia de Piñeiro Guerrero comenzó a requerir una investigación propia. En sus indagaciones, Ricardo Santamaría descubrió que el fotógrafo se había enamorado de una tía abuela suya a la que conoció mientras hacía la mili en San Sebastián en 1928, y con la que tuvo varios hijos. Ambos de familias republicanas y comunistas, eran el ejemplo de quienes celebraron con júbilo la proclamación de la República el 14 de abril de 1931.

"De su trabajo, yo destacaría el carácter social. Sus imágenes reivindican la dignidad de las familias mineras en el trabajo diario, pero también en la fiesta: son retratos de mujeres lavando la ropa y de familias el día de romería; de niños con sus juguetes, desde los carros de madera al tiragomas", recuerda Ricardo Santamaría.

Al final, el primer volumen de ese recorrido por la microhistoria de la cuenca minera nace vinculado al fotógrafo: Enrique Piñeiro, el retratista de la cuenca minera. Muskiz a través de sus fotografías 1930-1936, de donde toma título la exposición de la localidad vizcaína. El prólogo del trabajo es obra del colaborador de EL PAÍS Josu Bilbao Fullaondo.

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Piñeiro Guerrero se marchó de Muskiz en 1936 coincidiendo con el golpe de Estado franquista. Su familia no supo más de él, pero Santamaría ha investigado sus pasos y ha descubierto su estancia en el frente de Madrid, la retirada a Barcelona y después a Francia, su internamiento en distintos campos de concentración, entre ellos el nazi de Mathaussen, hasta que es devuelto a España. El fotógrafo murió en Madrid en 1951. "Uno más de los republicanos que pierden la guerra", resume Santamaría.

Compromiso vital

La exposición se completa con varias esculturas de Joaquín Alcalde, un veterano creador de la Margen Izquierda que siempre ha trabajado sobre motivos procedentes del mundo industrial y minero.

Las fotografías muestran ese compromiso vital, que en este caso se traduce en unos retratos que los mismos retratados muchas veces no podían pagar, como recuerdan los testimonios recogidos en Muskiz. El siguiente paso en este estudio que ha emprendido la Editorial Salgai es Gallarta, cuyo poblamiento minero ha desaparecido. El tercer volumen estará dedicado a los asentamientos compartidos de los Montes de Triano (Matamoros, La Arboleda, La Magdalena y otros), que a finales del XIX se repartieron entre los municipios colindantes.

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