Crítica:

El cuento de la lechera

En la segunda mitad de los años noventa, y teniendo como epicentro Estados Unidos, surgió un nuevo paradigma en el mundo económico. Se le denominó nueva economía, aunque el autor de este libro considera más acertado llamarlo economía digital.

La economía digital tiene tres basamentos: el primero, puramente económico, es la movilidad absoluta de los capitales casi por cualquier parte del planeta; el segundo, de carácter tecnológico, es la aplicación masiva de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), fundamentalmente Internet; el ú...

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En la segunda mitad de los años noventa, y teniendo como epicentro Estados Unidos, surgió un nuevo paradigma en el mundo económico. Se le denominó nueva economía, aunque el autor de este libro considera más acertado llamarlo economía digital.

La economía digital tiene tres basamentos: el primero, puramente económico, es la movilidad absoluta de los capitales casi por cualquier parte del planeta; el segundo, de carácter tecnológico, es la aplicación masiva de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), fundamentalmente Internet; el último, de naturaleza política, es la hegemonía del pensamiento neoliberal en casi todos los centros de poder del mundo.

Sobre la conjunción de los dos primeros se ha escrito bastante. Más novedoso es incorporar a ambos los efectos del neoliberalismo en el desarrollo de la economía. Roberto Velasco lo hace y desprendiéndose del conjunto del texto emerge con claridad el enunciado del subtítulo del libro: lo que hay de mito y de realidad en esa economía digital que fue presentada por sus hagiógrafos como una especie de cuento de la lechera económico, tras cuya aplicación se llegaría a una especie de fin de la historia económica.

LA ECONOMÍA DIGITAL

Roberto Velasco

Tusquets. Barcelona. 2003

332 páginas. 17 euros

No solamente no ha sido así -pues poco después de la incorporación de Internet a las herramientas de la economía, ésta sufrió una parálisis que ha tenido su expresión más nítida en el derrumbe de las bolsas de valores a niveles jamás conocidos-, sino que hay una parte oculta de la economía digital relacionada con las desigualdades exponenciales que no está de moda citar en este tipo de ensayos.

Tenía que ser un buen economista como Roberto Velasco, que además escribe bien, quien desarrollase también el envés de esta experiencia todavía incipiente.

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