Análisis:Inversión | CONSULTORIO

Cobertura hipotecaria

El negocio hipotecario registró un crecimiento de un 19% durante 2002 y su evolución en el primer trimestre del presente, lejos de moderarse, se mantiene, incluso se acelera ligeramente. Los tipos de interés actuales en niveles "históricamente bajos", junto a la feroz competencia entre las entidades para ganar cuota de mercado, mantienen el dinamismo del crédito hipotecario. Este nivel mínimo en tipos coincide en el tiempo con un mínimo en el ahorro de las familias, o lo que es lo mismo, un máximo en la inversión inmobiliaria.

Las familias destinan en la actualidad un 37% de sus ingreso...

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El negocio hipotecario registró un crecimiento de un 19% durante 2002 y su evolución en el primer trimestre del presente, lejos de moderarse, se mantiene, incluso se acelera ligeramente. Los tipos de interés actuales en niveles "históricamente bajos", junto a la feroz competencia entre las entidades para ganar cuota de mercado, mantienen el dinamismo del crédito hipotecario. Este nivel mínimo en tipos coincide en el tiempo con un mínimo en el ahorro de las familias, o lo que es lo mismo, un máximo en la inversión inmobiliaria.

Las familias destinan en la actualidad un 37% de sus ingresos mensuales a hacer frente al pago de la hipoteca, esfuerzo al que habría que añadir el pago aplazado de otros activos de consumo. Esta circunstancia ha generado el interés del Gobierno por evitar que una eventual subida de los tipos de interés pudiera degenerar en una mayor carga financiera para las economías domésticas.

El Gobierno pretende abaratar los costes de formalización derivados de la ampliación del plazo o la amortización anticipada

En esta línea, el Real Decreto-Ley 2/2003, para el fomento de la competencia en el mercado hipotecario, en vigor desde principios de semana, pretende abaratar los costes de formalización derivados de la ampliación del plazo o la amortización anticipada buscando mejorar las condiciones actuales y garantizar mecanismos de cobertura ante eventuales subidas de los tipos de interés. La principal novedad radica en la obligación de informar a los deudores de préstamos a tipo de interés variable de la posibilidad de eliminar el riesgo de incremento del tipo de interés, así como la de ofertar al menos un instrumento para su cobertura (cuyo coste se incluirá en la base de deducción del IRPF).

Dada la heterogeneidad de la cartera hipotecaria, la mayor o menor aversión al riesgo de los prestatarios y la imposibilidad de encontrar coberturas individuales en el mercado, la aplicación de estas medidas incide directamente en una de las funciones tradicionales de las entidades de crédito: la gestión de riesgos. Lo cual exigirá capacidad de innovación por parte de nuestras entidades.

Mariano de Quadros y Esteban Sánchez son de Analistas Financieros Internacionales.

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