El árbitro oficial de la huelga de autobuses dictará mañana su laudo

El mediador abordará el salario, la jornada, la vigencia del convenio y las horas de presencia

El árbitro nombrado por el Gobierno para resolver la huelga de autobuses en Vizcaya dictará mañana su laudo obligatorio, con lo que el servicio estará normalizado el sábado después de 46 días de paro ininterrumpido. La resolución abordará los cuatro puntos fundamentales de discrepancia entre la patronal y los sindicatos: la vigencia del convenio, el salario, la jornada laboral anual y las denominadas horas de presencia. "La cuestión clave es el salario", admitió ayer el árbitro de este conflicto, el abogado Iñaki Eguskizaga, que ya ha escuchado a las dos partes.

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El árbitro nombrado por el Gobierno para resolver la huelga de autobuses en Vizcaya dictará mañana su laudo obligatorio, con lo que el servicio estará normalizado el sábado después de 46 días de paro ininterrumpido. La resolución abordará los cuatro puntos fundamentales de discrepancia entre la patronal y los sindicatos: la vigencia del convenio, el salario, la jornada laboral anual y las denominadas horas de presencia. "La cuestión clave es el salario", admitió ayer el árbitro de este conflicto, el abogado Iñaki Eguskizaga, que ya ha escuchado a las dos partes.

El letrado, especializado en asuntos laborales y que forma parte del equipo de 30 mediadores del Consejo de Relaciones Laborales, se reunió el martes durante una hora con los representantes sindicales y en la mañana de ayer, a lo largo de dos horas, con los portavoces de las empresas. Ambas citas, según coincidieron las tres partes, fueron eminentemente técnicas, en las que el árbitro pidió sobre todo justificación a las posturas de cada uno.

Eguskizaga conocía con bastante profundidad la problemática y los planteamientos de patronal y sindicatos. "Lo que nos ha gustado", señaló el portavoz empresarial, Jesús Orbea, "es que ha pedido que justifiquemos cada una de nuestras posiciones y lo hemos hecho con toda la claridad del mundo". Orbea agregó que la reunión fue "muy ordenada. Era muy conocedor del tema y pedía datos muy concretos". Pedro Angulo, representante de UGT, señaló que en su cita el árbitro les pidió "datos y argumentos". Como era previsible, el abogado elegido por el Gobierno no aportó ninguna pista sobre su visión del conflicto.

Sin nuevas reuniones

El mediador no mantendrá nuevas reuniones con los sindicatos y la patronal y se encuentra ya elaborando el laudo de obligatorio cumplimiento, que se basará en cuatro puntos: la duración del convenio en el sector de los autobuses privados de Vizcaya, la subida salarial, la reducción de la jornada y las horas de presencia (las que los conductores deben realizar en situación de espera). "Tengo una impresión positiva después de haberles escuchado a ambos", dijo ayer a este diario Iñaki Eguskizaga, quien aseguró que la cuestión clave del conflicto es la subida salarial. El árbitro pretende enviar a mediodía de mañana su resolución tanto al Gobierno como a la patronal y sindicatos, con el fin de que el sábado se haya normalizado totalmente el servicio del transporte escolar, de fábricas, excursiones y el regular entre Bilbao y otras capitales.

La patronal se muestra, tras la reunión, "prudente", pero a la vez "optimista". "Lo que ofrecemos no es ningún capricho", dijo su portavoz. Los trabajadores mantienen su sentimiento de "cabreo" del martes, cuando el Gobierno decidió el arbitraje obligatorio, a lo que se han negado de plano desde el principio de la huelga.

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El trastorno de los padres de los 38.000 escolares que han estado sin autobús para ir a clase desde hace mes y medio finalizará el lunes, al igual que el de los universitarios del campus de Leioa que residen en Guipúzcoa y Álava, aunque éstos han insistido en solicitar la reparación de su gasto en transporte. El fin de la huelga dará paso a las reclamaciones económicas de los afectados, incluida la patronal, que está molesta por la intención de la Diputación vizcaína de no pagarle el transporte a la zona de las Encartaciones, también afectado por el paro. "Tenemos un contrato con un coste fijo y otro por kilómetros. Éste no lo exigimos naturalmente, pero el otro sí y nos lo niegan", afirmó Orbea.

Si este conflicto llega a su fin, el de los autobuses urbanos e interurbanos se halla en el comienzo. La reunión de ayer entre los sindicatos y la empresa TCSA -el mayor operador de Vizcaya que se encarga de todos los autobuses urbanos de Bilbao y de las líneas más importantes del interurbano, el Bizkaibus- acabó ayer sin ningún acercamiento. La empresa mantiene su oferta de aumento del IPC y sin reducción de jornada, mientras que los trabajadores exigen el IPC y tres puntos más de subida además de la limitación de la jornada.

Por tanto, los paros parciales de cuatro horas desarrolladas el pasado lunes y martes proseguirán la próxima semana: el lunes y el viernes. Si el desacuerdo prosigue, desde el 12 de mayo y hasta el día 30 habrá una huelga de 24 horas todos los lunes y el viernes. Este paro originará más trastornos, puesto que las líneas de TCSA en Vizcaya son utilizadas a diario por 180.000 personas.

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