La economía de EE UU mantiene la atonía con un crecimiento del 1,6% hasta marzo

El consumo se desacelera y la inversión decrece un 2,5%, con riesgo para el empleo

La atonía de la economía de Estados Unidos, detectada por la Reserva Federal en el primer trimestre del año, se vio confirmada ayer por las estadísticas del departamento de Comercio, que evalúan en el 1,6% el crecimiento del PIB estadounidense en el periodo enero-marzo. El dato es ligeramente mejor que el 1,4% con que se cerró 2002, pero no lo suficiente como para crear empleo, un factor clave para la recuperación. El otro factor, la inversión de capital, también decayó (2,5%) en el comienzo del año. La Bolsa de Nueva York recibió el dato con un significativo descenso que arrastró al resto de ...

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La atonía de la economía de Estados Unidos, detectada por la Reserva Federal en el primer trimestre del año, se vio confirmada ayer por las estadísticas del departamento de Comercio, que evalúan en el 1,6% el crecimiento del PIB estadounidense en el periodo enero-marzo. El dato es ligeramente mejor que el 1,4% con que se cerró 2002, pero no lo suficiente como para crear empleo, un factor clave para la recuperación. El otro factor, la inversión de capital, también decayó (2,5%) en el comienzo del año. La Bolsa de Nueva York recibió el dato con un significativo descenso que arrastró al resto de mercados.

La Fed adelantó el miércoles que la economía evolucionaba de forma mediocre y Comercio puso ayer cifras provisionales al juicio de los analistas del banco emisor. El 1,6% de incremento interanual en el PIB del primer trimestre es una cifra decepcionante, que cierra un periodo de 12 meses con un tibio crecimiento económico en torno al 2% ( el 2,4% en 2002).

Algunos analistas habían llegado incluso a temer un crecimiento negativo en el trimestre, en vista de la depresión creada en el consumo por los días de frío y nieve y el desánimo inducido por la guerra en Irak, que rebajó la tasa de consumo privado al 1,4% desde el 1,7% del último trimestre del 2002. La subida del precio del petróleo en vísperas del conflicto también había llevado al pesimismo a algunos economistas. En el 1,6% positivo vieron un rayo de luz, que vuelve a crear un estado de ánimo que se está cronificando: los resultados de este trimestre son malos, pero la situación mejorará en el siguiente ciclo. No obstante, se esperaba un crecimiento de alrededor del 2,3%, por lo que Wall Street abrió a la baja y provocó descensos en las bolsas europeas. A media sesión, el Dow Jones perdía el 1,40%.

Hasta ahora no ha sido así, con la excepción del 4% de crecimiento en el pasado trimestre veraniego, y la Casa Blanca aprovechó la ocasión para insistir en la urgencia de la aprobación del plan de estímulos concebido por George Bush, con sus generosas exenciones fiscales. El 1,6% "es otra señal de que la economía necesita un empujón", dijo Ari Fleischer, el portavoz presidencial.

Los congresistas no compran el plan de Bush temerosos de sus efectos sobre el déficit. El presidente presentó un programa de recortes de 726.000 millones en diez años, que la Cámara de Representantes ha rebajado a 550.000, y el Senado, a 350.000. El presidente lucha por conseguir como mínimo la mayor de las dos cifras, pero los temores de los congresistas sobre las repercusiones del déficit en los tipos de interés se han visto ratificados por un estudio de la Fed que agrega un 0,5%-0,6% al coste del dinero si se acepta el plan presidencial.

La palanca monetaria ha sido utilizada a fondo por Alan Greenspan, el presidente de la Fed, sin hasta ahora lograr el efecto catalizador buscado. Lo positivo es que ha ganado tiempo y mantenido la economía a flote. Pero se siguen perdiendo empleos y en el primer trimestre la inversión en nuevas plantas y equipos cayó un 4,2%. Se necesita un giro de 180 grados en ambas tendencias para que la economía vuelva a crecer de forma fiable.

El tipo de interés de referencia, fijado ahora en el 1,25%, ha estimulado de forma extraordinaria el mercado inmobiliario hasta el extremo de suscitar el temor a una nueva burbuja. Los estadounidenses no hacen caso de los jeremías y siguen invirtiendo en vivienda. En marzo creció un 7,3% la venta de nuevas casas, y aunque bajó ligeramente, hasta el 5,6%, las transferencias de viviendas usadas mantuvo una sólida tasa anual de 5,5 millones de operaciones de compra-venta.

El fin de la fase más comprometida de la guerra en Irak sin mayores desastres para EE UU ni daño a los pozos petroleros es un factor positivo que ya se detecta en la subida del ánimo de los consumidores y en la caída del precio del crudo, que producirá una reducción de los costes empresariales.

Ayer se conocieron también los datos de crecimiento de la economía británica, que cerró el primer trimestre con un 0,2% y un 2,3% respecto del mismo periodo del año anterior. Estos resultados mantienen la tendencia de finales del pasado año.

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