El déficit del Clínico hace peligrar su condición de hospital de referencia

La dirección ordena cerrar camas y reducir la actividad asistencial

El hospital Clínico de Barcelona vuelve a estar en la cuerda floja. El asfixiante déficit de este centro, que el año pasado alcanzó los 29 millones de euros, ha obligado a tomar medidas drásticas, entre las que se cuentan la supresión de decenas de camas, la no renovación de los trabajadores temporales y la reducción de la actividad de las consultas externas. El motivo de fondo es la negativa del Gobierno central de continuar asumiendo, sin la colaboración de la Generalitat, un déficit histórico que en el año 2000 superaba los 20.000 millones de pesetas.

El director general del Clínico,...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El hospital Clínico de Barcelona vuelve a estar en la cuerda floja. El asfixiante déficit de este centro, que el año pasado alcanzó los 29 millones de euros, ha obligado a tomar medidas drásticas, entre las que se cuentan la supresión de decenas de camas, la no renovación de los trabajadores temporales y la reducción de la actividad de las consultas externas. El motivo de fondo es la negativa del Gobierno central de continuar asumiendo, sin la colaboración de la Generalitat, un déficit histórico que en el año 2000 superaba los 20.000 millones de pesetas.

El director general del Clínico, Joan Grau, se ha reunido con los cuadros del hospital y los sindicatos durante las últimas semanas para exponerles la grave situación económica. Fuentes del comité de empresa informaron de que Grau comunicó a los trabajadores que el Gobierno central no piensa sufragar más el déficit del hospital si el Servicio Catalán de la Salud (Catsalut) no aumenta las tarifas de los servicios que le encarga.

El hospital Clínico es un caso atípico en el panorama sanitario catalán. Aunque el principal cliente del centro es el Catsalut, la Generalitat nunca ha querido formar parte de su patronato gestor, presidido por Julia García- Valdecasas e integrado por el Gobierno central, la Diputación y la Universidad de Barcelona.

La Administración autonómica se limita a pagar por los servicios que contrata al hospital y en ningún caso se hace responsable del posible déficit. Por un decreto de 1956, esta desviación presupuestaria debe ser absorbida por el Gobierno central, y es aquí donde comienzan los problemas de un centro con 4.500 empleados.

Un futuro incierto

Los gestores del hospital, que ayer declinaron hacer declaraciones, se quejan de que la financiación del centro no es adecuada para sufragar el tipo de servicios que presta. "Por una parte atendemos a los usuarios de la zona de influencia del hospital, pero también somos un centro altamente especializado, y esto último no lo paga nadie", explicaban ayer fuentes próximas a la dirección del centro. Estas fuentes consideran que si no mejora la financiación, el centro se verá obligado a convertirse en un "hospital de barrio", muy alejado de su modelo actual.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Las consultas externas son otro problema. El 60% de los usuarios de este servicio no procede de la zona de influencia del Clínico -Eixample y Les Corts-, lo cual genera un coste desproporcionado para las arcas del centro. Otra fuente de déficit es que su actividad supera ampliamente lo que establece su concierto con el Catsalut. Y cuando esto ocurre, la Generalitat sólo paga una pequeña parte de este trabajo suplementario.

Aunque no pronunció la expresión déficit cero, el director general explicó a los trabajadores que la única salida que le queda al Clínico es recortar servicios. Esta semana ya se ha clausurado una sala de 30 camas en el área de medicina interna. Algunas fuentes señalan que el número de camas que pueden cerrar temporalmente o de forma definitiva puede llegar a las 300. A corto plazo también se prevé reducir la actividad de las consultas externas y, con vistas a junio, cerrar por cuatro meses las salas que hasta ahora sólo cerraban durante las vacaciones de agosto. Esto supondrá que se elimine buena parte del personal no fijo. UGT explica que el Clínico realizó el año pasado 35.000 contratos temporales, muchos de ellos por uno o dos días.

Los responsables del Departamento de Sanidad se negaron ayer a valorar la situación del hospital "por respeto a la institución" y tampoco avanzaron si piensan mejorar la financiación a través del concierto que se fija anualmente. Tampoco habló ningún representante de la Diputación de Barcelona, ya que una portavoz aseguró: "Todos los responsables políticos están de vacaciones". Por su parte, fuentes próximas a Julia García-Valdecasas, confirmaron que el Gobierno central podría dejar de pagar el déficit si el hospital no consigue renegociar su concierto con el Catsalut.

Sobre la firma

Archivado En