Reportaje:GUERRA DE IRAK | La movilización ciudadana

'Aliados' acampados contra la guerra

Dos norteamericanos y un británico se alojan en las tiendas del Pla del Palau

Los tres jóvenes comparten algo más que un idioma. Instalados en una tienda de campaña frente a la Delegación del Gobierno en Barcelona, protestan contra la guerra en Irak desde hace más de una semana, apenas unas horas después de que la maquinaria de guerra anglo-americana lanzara los primeros bombardeos sobre la ciudad de Bagdad.

Shaw, Ben y Chester llegaron con los primeros acampados. "Pasábamos por aquí y decidimos quedarnos". Era el 20 de marzo y los jóvenes se convertían en huéspedes inesperados del campamento. Ellos son ciudadanos de los países que llevan la voz cantante en la of...

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Los tres jóvenes comparten algo más que un idioma. Instalados en una tienda de campaña frente a la Delegación del Gobierno en Barcelona, protestan contra la guerra en Irak desde hace más de una semana, apenas unas horas después de que la maquinaria de guerra anglo-americana lanzara los primeros bombardeos sobre la ciudad de Bagdad.

Shaw, Ben y Chester llegaron con los primeros acampados. "Pasábamos por aquí y decidimos quedarnos". Era el 20 de marzo y los jóvenes se convertían en huéspedes inesperados del campamento. Ellos son ciudadanos de los países que llevan la voz cantante en la ofensiva bélica, pero los tres coinciden en rechazar rotundamente la invasión de Irak.

Shaw, del Estado de Virginia, vive y trabaja en Barcelona. Tiene 22 años y por el momento su intención es no moverse de la tienda de campaña "hasta que termine la guerra". Ben, de 19 años, llegó procedente de la ciudad estadounidense de Seattle para buscar trabajo. Pero se encontró con la acampada y decidió solidarizarse con los españoles que protestan por la guerra porque no entiende "a Bush ni a Blair". Ben no sabe lo que va a durar su movilización. Y Chester, londinense de 21 años, dice que levantará el vuelo el domingo, a los 10 días de montar la tienda y después de resistir el frío y la lluvia de estos días pasados. "Peor lo pasan en Irak", asegura resuelto.

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El primer día eran siete las tiendas instaladas frente a la Delegación del Gobierno. Ahora ya hay más de 40 y a los que se quieren añadir los desvían a la plaza de Francesc Macià y a los jardinets de Gràcia, donde también se han montado campamentos de protesta. Todos son jóvenes pacifistas que comparten alojamiento, actividades y una sola intención política: presionar al Gobierno de Aznar para que retire su apoyo a Estados Unidos.

Unos, como Marta Pahissa, trabajan y se levantan cada día con la espalda reventada para ir a al tajo. La joven matiene una página web donde es posible seguir los actos que se celebran en los campamentos: charlas, música, asambleas y mucho humor. Otros, estudiantes, hacen una seudohuelga de hambre: "Es como un Ramadán. No como durante el día", cuenta Bernat Carreras, de 19 años, que recientemente ha estado en Bagdad haciendo de escudo humano.

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