Rota y El Puerto critican el "abandono" del Gobierno
El alcalde de Rota (26.000 habitantes), el socialista Domingo Sánchez Rizo, se siente estos días más alcalde que nunca. Este sentimiento es compartido por el primer edil de El Puerto de Santa María (76.500), Hernán Díaz Cortés, de Independientes Portuenses (IP). A ambos dirigentes políticos les une estos días algo más que la presencia de la base naval en sus términos municipales. Y es que ahora el contacto con sus respectivos vecinos a los que gobiernan es mucho más directo y permanente.
"Me preguntan constantemente qué ocurre en el interior del recinto, qué pasa con la guerra, si tiene...
El alcalde de Rota (26.000 habitantes), el socialista Domingo Sánchez Rizo, se siente estos días más alcalde que nunca. Este sentimiento es compartido por el primer edil de El Puerto de Santa María (76.500), Hernán Díaz Cortés, de Independientes Portuenses (IP). A ambos dirigentes políticos les une estos días algo más que la presencia de la base naval en sus términos municipales. Y es que ahora el contacto con sus respectivos vecinos a los que gobiernan es mucho más directo y permanente.
"Me preguntan constantemente qué ocurre en el interior del recinto, qué pasa con la guerra, si tienen que tomar medidas de precaución y así un sinfín de cosas", explica Sánchez, quien asume la preocupación de sus ciudadanos para los que no siempre tiene respuestas.
La incesante actividad aérea ha despertado todas las alertas en estas dos localidades. El ruido permanente de los aviones -sobre todo el de los gigantescos cargueros C-5 Galaxy- se hace insoportable en el ala noroeste de la Bahía de Cádiz. "Sí que hay preocupación y cierta intranquilidad sobre todo porque todos sabemos que los aviones que pasan literalmente sobre nuestras cabezas no vienen precisamente cargados de flores", lamenta Díaz, quien ha despachado en varias ocasiones con la comunidad de propietarios de Puerto Alto, en la parte norte del municipio, por donde planean los aviones antes de aterrizar en la base. Y es aquí donde los alcaldes alzan su voz.
"El Gobierno central tiene que garantizar la seguridad a través de planes colaterales", demanda Díaz. "No es de recibo que Madrid nos haya dado la espalda cuando su obligación es protegernos de cualquier incidencia derivada de la actividad militar", añade Sánchez. A los dos regidores les invade un profundo sentimiento de malestar por "el silencio y el olvido" del Gobierno central, no ya sólo respeto a los demandados planes de emergencia, sino por la falta de información sobre las operaciones en la base. "Ni puntual ni impuntual, no nos han informado de nada" lamenta el alcalde de Rota quien, al igual que su homólogo portuense, rechaza frontalmente la guerra. "No debíamos habernos unido a la guerra sin haber trabajado mucho más por evitar esta desastrosa contienda", sostiene Díaz.
Este rechazo a la guerra tiene su prolongación con la repulsa al uso de la base para un conflicto bélico que no cuenta con la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. "La utilización del recinto naval es ilegal. Es un ilícito internacional", avisa Sánchez. Con todo, ambos alcaldes no van más allá y se desvinculan del mensaje lanzado por IU para el desmantelamiento de las bases. "No si no me dan diez empresas, hoteles, y otras alternativas económicas que sufraguen la pérdida de puestos de trabajo que ocasionaría la marcha de la instalación militar", explica el alcalde de Rota, donde 700 vecinos trabajan en el recinto, más otros 500 de otras localidades gaditanas.
A Sánchez y Díaz sólo les separan dos cosas estos días respecto al conflicto. El segundo declinó fotografiarse en la puerta de la base. Y mientras que el primero aplaude la postura "valiente" de los concejales populares roteños que se encerraron en contra de la guerra, Díaz Cortés se ha topado con ediles del PP "sumisos" con las órdenes de José María Aznar.