El decano alerta de que los juzgados de Barcelona están a punto de saturarse

Bayo califica de "verdadera vergüenza" el estado del Registro Civil

Al borde de la saturación. Así describió ayer el juez decano de Barcelona, Joaquim Bayo, la situación en la que se encuentran muchos de los juzgados de la ciudad como consecuencia del aumento de casos. Con todo, añadió, lo más preocupante es que el Gobierno no tiene intención de crear más juzgados, por lo que la situación se puede agravar en los próximos meses. El caso más preocupante, explicó Bayo, es el del Registro Civil, que en pleno 2003 aún no se ha informatizado. "Es una verdadera vergüenza", afirmó el juez decano.

Durante el acto de presentación de la memoria anual del decanato ...

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Al borde de la saturación. Así describió ayer el juez decano de Barcelona, Joaquim Bayo, la situación en la que se encuentran muchos de los juzgados de la ciudad como consecuencia del aumento de casos. Con todo, añadió, lo más preocupante es que el Gobierno no tiene intención de crear más juzgados, por lo que la situación se puede agravar en los próximos meses. El caso más preocupante, explicó Bayo, es el del Registro Civil, que en pleno 2003 aún no se ha informatizado. "Es una verdadera vergüenza", afirmó el juez decano.

Durante el acto de presentación de la memoria anual del decanato de Barcelona, el juez Joaquim Bayo puso el grito en el cielo para denunciar la situación que viven los tres juzgados del Registro Civil, situados en la plaza del Duque de Medinaceli. "No hay ordenadores, falta espacio y funcionarios y, además, es un edificio compartido con el Instituto Nacional de Toxicología", explicó. Pero lo más preocupante, recordó Bayo, es que la Generalitat, que es la que gestiona los edificios judiciales, tampoco ha previsto el traslado de estos juzgados a la futura ciudad judicial que se edificará en los antiguos cuarteles de Lepanto, entre los términos de L'Hospitalet y Barcelona.

Por el Registro Civil pasan diariamente centenares de personas para conseguir cualquiera de los documentos que exigen las administraciones o dejar constancia legal de un hecho. Y la verdad, explicó el decano, es que la situación actual del Registro Civil deja mucho que desear. Tanto que de las 106 quejas que el juez decano recibió el año pasado, 19 estaban relacionadas por el funcionamiento del Registro Civil a causa de las largas colas que se tienen que soportar o por el funcionamiento de la centralita telefónica, en la que no contesta nadie. "En definitiva, una verdadera vergüenza", explicó Joaquim Bayo, quien opina que esos juzgados están a punto de llegar al colapso.

Situación preocupante

Sin ser tan extrema, en el resto de ámbitos judiciales "la situación empieza a ser preocupante", aseguró el decano de los jueces. Las cifras ratifican ese criterio, pues el año pasado aumentó el número de pleitos en casi todos los ámbitos judiciales (civil, de familia, social y de instrucción), rompiendo así la tendencia a la baja de los últimos años. En cada caso la explicación es diferente, pero la estadística constata que hacen falta más juzgados para que el ciudadano no tenga que esperar tanto. "Una justicia que llega tarde no es justicia", repiten en muchas ocasiones los juristas.

En el caso de los juzgados de familia se ha pasado de una media de 868 casos por juzgado durante 2001 a 1.068 pleitos en 2002. Algo similar sucede en los juzgados de lo social, donde el aumento de un año a otro ha sido de 955 a 1.081. El efecto disuasorio que tuvo la creación de juzgados fuera de Barcelona se ha ido desvaneciendo y se vuelve a la tendencia de pleitear en la capital catalana. Si el contrario no lo impugna, el juez debe aceptarlo.

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En cuanto a la jurisdicción civil, registró el año pasado 974 asuntos de media, frente a los 868 del año 2001. Finalmente, en el conjunto de los 33 juzgados de instrucción, las cifras también reflejan un aumento del 3,2% en el número de diligencias. Así, el año pasado se tramitaron 295.161 expedientes, frente a los 286.046 de 2001. Diligencias no equivale necesariamente a delitos, pues un solo hecho puede generar más de una diligencia.

El incremento más importante se produjo en el delito por conducción sin seguro obligatorio. El año pasado hubo 5.701 casos frente a 1.041 en 2001. Bayo considera que no tiene sentido que esta conducta se mantenga en el Código Penal porque no es otra cosa que una infracción administrativa. También aumentó de manera considerable el número de denuncias por violencia de cónyuge o doméstica. El año pasado se abrieron en Barcelona 609 diligencias, frente a las 545 de 2001. Igualmente crecieron, y mucho, los delitos de estafa: 5.396 diligencias el año pasado y 4.621 en 2001.

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