SACUDIDA EN EL SECTOR ENERGÉTICO

Producción de electricidad con gas, un negocio redondo

El negocio de producir electricidad quemando gas es prometedor. Tiene un coste relativamente bajo y es el único que respaldan las empresas, las administraciones y las asociaciones ecologistas. Además, en el caso de España, existe un gran surtidor de gas a pocos kilómetros, en Argelia.

La fusión entre Gas Natural e Iberdrola sería ideal para este mercado: una empresa pone la materia prima y la otra produce y distribuye la electricidad. En España, en línea con el mundo desarrollado, en los próximos años "la estructura de generación eléctrica", según un informe del Gobierno, "registrará un...

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El negocio de producir electricidad quemando gas es prometedor. Tiene un coste relativamente bajo y es el único que respaldan las empresas, las administraciones y las asociaciones ecologistas. Además, en el caso de España, existe un gran surtidor de gas a pocos kilómetros, en Argelia.

La fusión entre Gas Natural e Iberdrola sería ideal para este mercado: una empresa pone la materia prima y la otra produce y distribuye la electricidad. En España, en línea con el mundo desarrollado, en los próximos años "la estructura de generación eléctrica", según un informe del Gobierno, "registrará un cambio importante, pasando del tradicional peso del carbón y la energía nuclear al predominio del gas natural y las energías renovables".

"Esto implica", según los expertos del Ejecutivo, "no sólo la sustitución de las fuentes de energía, sino también de tecnologías de generación, pasando a ser el ciclo combinado de gas la dominante [33,1% para 2011, frente al actual 9,7%], a lo que contribuye la introducción de gas natural en Baleares y Canarias, sustituyendo la actual generación eléctrica con productos petrolíferos".

En España, el consumo de gas natural ha subido como la espuma; en 1985 se consumieron 23 millones de termias, y un decenio más tarde, la demanda ya había superado los 150 millones de termias.

El porcentaje de la participación del gas natural como combustible para generar electricidad aumentará en todo el mundo del actual 17% al 29% para dentro de 20 años, según proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Oficina de Información Energética (EIA) de EE UU. El gas arrebatará protagonismo al carbón como energía primaria a medida que mejore la tecnología de ciclo combinado, la que utiliza gas para producir electricidad.

Añadido a que la fuente es relativamente barata y abundante, la construcción de plantas de ciclo combinado no supone grandes problemas para las empresas. En primer lugar tienen un elevado rendimiento. En segundo, un reducido coste de instalación, que se sitúa, según varios expertos consultados, entre 350.000 y 500.000 euros por cada megavatio que la planta puede producir, mientras que construir una planta nuclear cuesta ocho o diez veces más, e invertir en energía eólica rara vez baja de un millón de euros por megavatio producido.

Otra ventaja es que construir una planta de ciclo combinado puede tardar tres años, es decir, un plazo relativamente corto comparado con la puesta en marcha de otro tipo de planta. Todo ello hace que la producción de electricidad utilizando gas sea, en general, un negocio redondo y prometedor. Produce elevados beneficios en un plazo corto.

Si este negocio no se había desarrollado más en España es porque la infraestructura gasista hasta hace poco tiempo estaba en mantillas y porque no se contaba con el gas argelino. Pero ahora, casi todo el monte es orégano para una empresa conjunta de Gas Natural e Iberdrola.

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