Los visitantes extranjeros a Cevisama aumentan un 12% y superan la previsión más optimista

La feria del azulejo y los pavimentos reúne a más de 10.000 compradores extranjeros

La relación entre calidad, diseño y precio del azulejo español, cuya producción se concentra muy mayoritariamente en la provincia de Castellón, ha logrado superar los fantasmas de la incertidumbre internacional, los incómodos accesos a Feria de Valencia en plenas obras y el alza relativa del euro frente al dólar a tenor del número de visitantes extranjeros que han acudido a Cevisama, la feria del azulejo y los pavimentos cerámicos, que cerró sus puertas anoche en Valencia con un afluencia de más de 10.000 compradores extranjeros según las primeras estimaciones.

Cevisama es un escaparate...

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La relación entre calidad, diseño y precio del azulejo español, cuya producción se concentra muy mayoritariamente en la provincia de Castellón, ha logrado superar los fantasmas de la incertidumbre internacional, los incómodos accesos a Feria de Valencia en plenas obras y el alza relativa del euro frente al dólar a tenor del número de visitantes extranjeros que han acudido a Cevisama, la feria del azulejo y los pavimentos cerámicos, que cerró sus puertas anoche en Valencia con un afluencia de más de 10.000 compradores extranjeros según las primeras estimaciones.

Cevisama es un escaparate, pero también un auténtico termómetro para un sector poderoso pero muy sensible a la situación exterior puesto que vende un 60% de su producción en mercados de 183 países. Las ventas que haya cerrado cada expositor permanecen en el secreto, pero el reto que afrontaba la organización cuando el pasado martes se inauguró el certamen era llegar a los 10.000 visitantes extranjeros, frente a los 9.000 registrados en 2002, para consolidar Cevisama como la primera feria de España por volumen de compradores procedentes del exterior.

Para sorpresa de los organizadores los profesionales procedentes del Medio Oriente y de Estados Unidos han acudido a la feria a lo largo de una semana en la que toda la actividad diplomática internacional giraba en torno al inminente estallido de un más que posible conflicto armado en Irak.

Fernando Diago, presidente de Ascer, la patronal del sector, atribuye el éxito del producto a la "relación calidad, precio, diseño" que ofrecen los fabricantes valencianos. También apunta que el tamaño relativo de la inmensa mayoría de las empresas productoras, consideradas pymes, les ha permitido sortear las dificultades comerciales surgidas a lo largo de 2002 a raíz de los atentados del 11-S y del posterior descenso de un 5% del comercio internacional en todo el mundo, "la mayor bajada en los últimos 20 años".

Los azulejeros lograron elevar sus ventas y su facturación entre un 3,5% y un 4% en 2002, considerado un año difícil. Pero el altísimo volumen de inversión que requiere cada nueva línea de producto en un sector que depende totalmente de maquinaria de producción extranjera obliga a sostener los creciemientos en volúmenes muy altos para mantener una oferta competitiva ante los productores italianos.

Los portavoces institucionales, desde José Luis Olivas, presidente de la Generalitat, hasta Juan Costa, secretario de Estado de Comercio, subrayan una y otra vez cómo el sector azulejero español ha superado la cuota de mercado internacional de los productores italianos y ocupa el primer lugar entre los fabricantes de todo el mundo.

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Pero las fragilidades del sector y las amenazas también son evidentes. La dependencia de la maquinaria exterior constituye un problema clave. Un alto representante empresarial explica que "los productores italianos disfrutan de un importante colchón para afrontar situaciones de crisis" que se sustenta sobre el valor añadido del diseño y la maquinaria propia. Y comenta que un grupo de productores de Castellón llegó a plantearse la oportunidad de aunar capital para comprar una fábrica italiana de maquinaria. Una posibilidad que se frustró debido al descenso relativo de las exportaciones registrado el año pasado.

Los problemas de transporte también son un factor clave para el sector, que insiste en reclamar el acceso norte al Puerto de Valencia para facilitar las exportaciones.

Fernando Diago recordaba el pasado miércoles que el transporte por vía férrea en Europa se desplaza a una velocidad media de 17 kilómetros por hora frente a los 50 kilómetros por hora que alcanza el transporte de mercancías en Estados Unidos. Los costes de la distribución y la logística derivan en la deslocalización de la producción para servir a los mercados asentados en el exterior. Un destacado productor ha establecido ya una planta en Brasil. El propio Diago sugirió la posibilidad de desplazar parte de la producción hacia países del Este de Europa, donde el crecimiento de las exportaciones ha sido muy notable en los últimos años.

Pero la competencia también es feroz. El producto español destaca por su calidad y por el tratamiento de los esmaltes, un segmento sin competencia en todo el mundo. Pero países como Polonia, con unos aranceles impropios de un futuro socio de la Unión Europea, mejoran día a día la calidad de su oferta.

China, uno de los mercados potenciales más interesantes, consituye también uno de los competidores más poderosos por volumen de producción, a pesar de que la calidad no es comparable.

Cevisama ha permitido constatar la importancia del mercado estadounidense, según apuntan varios vendedores, a pesar del alza del euro y la tensa situación internacional.

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