Columna

Déjenos en paz

Irak, y de paso Buñol y Macastre. Déjenos en paz, señor Aznar, y meta en cintura a su ministra Palacio. Aquí, hay seres elegidos por la gloria: en un arrebato heroico, empiezan conquistando Perejil y terminan de caballerizos en un rancho de Texas. Pero el colmillo afilado ya no solo es patrimonio del presidente, ni de su Gobierno, sino de todos los diputados de la PP -la Partida de la Porra, como se la conoce-, que han entrado al trapo y se ha pringado en la hábil treta de la oposición. El ciudadano ya sabe quiénes son los belicosos, los pendencieros, los jayanes. Son muchos los que largaban, ...

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Irak, y de paso Buñol y Macastre. Déjenos en paz, señor Aznar, y meta en cintura a su ministra Palacio. Aquí, hay seres elegidos por la gloria: en un arrebato heroico, empiezan conquistando Perejil y terminan de caballerizos en un rancho de Texas. Pero el colmillo afilado ya no solo es patrimonio del presidente, ni de su Gobierno, sino de todos los diputados de la PP -la Partida de la Porra, como se la conoce-, que han entrado al trapo y se ha pringado en la hábil treta de la oposición. El ciudadano ya sabe quiénes son los belicosos, los pendencieros, los jayanes. Son muchos los que largaban, en privado, sus pacíficos desvelos, esfumados por pavor al jefe o porque les va lo de la bomba, confidencialmente. Y no es cosa de doble moral, sino de doble cara. Pero de eso, sabe una clientela que se lo está pensando, por más que Zaplana diga que lo de la guerra no cuenta para nada. Zaplana mima el modelo de un levante feliz, de un levante que levita sobre la realidad. Pero que se lo pregunte a muchos empresarios. A los del mármol, o a los del sector turístico. Y como quien hace guantes, en vísperas, de un muy probable ataque a Bagdad, Juan Cotino, delegado del Gobierno en esta sufrida autonomía, ha puesto sus fuerzas de Orden Público a trabajar, para hacer méritos de cara al jefe de verdad, es decir, a Bush: No hay más que un jefe, y Aznar es su escopeta.

Las detenciones de la alcaldesa de Buñol y del alcalde de Macastre, ¿son ejercicios tácticos de cara a la agresión que se puede perpetrar contra el pueblo de Irak o sólo es un abuso de autoridad contra la autoridad municipal?, ¿qué juegos de guerra son estos donde se arresta a los representantes democráticos de dos municipios, por defender los intereses de sus conciudadanos y denunciar el incumplimiento de la legalidad? Con las actuaciones grabadas en vídeo, Minerva Gómez denuncia el incumplimiento judicial: los camiones de basura hedían y vertían residuos tratados con lejía, lo que prueba que no se ajustaban a lo ordenado por el TSJ: vehículos herméticamente cerrados. La Guardia Civil cargó contra los vecinos y detuvo a varios, entre ellos a la propia alcaldesa. Minerva Gómez, reflexionaba: No sé si en época de dictadura estas cosas sucedían. Pues, sí. En época de dictadura sucedían éstas y otras muchas cosas. Pero lo intolerable es que sucedan en una presunta democracia. Presunta, porque si estuviera consolidada, ya hubieran entrado en funcionamiento mecanismos suficientes para impedir arbitrariedades de tal naturaleza. Es una democracia que va a menos y nos lo están advirtiendo todos los indicadores. Por su parte, el alcalde de Macastre, ha sido muy gráfico al atribuir a los populares la teoría -y la práctica, agrega el cronista- de la confrontación, del enfrentamiento a muerte, "y no saben que esa actitud les va a llevar a la derrota porque nosotros vivimos aquí". Porque viven allí y porque les asiste la razón. Claro que las Cortes no quieren nada de esa declaración institucional, solicitada por socialistas, EU y Grupo Mixto, de rechazo a cuanto ha sucedido: han disparado la artillería de sus votos contra la sensatez. Están empecinados en su soledad. Y ni siquiera se huelen cómo la mayoría absoluta puede ser un fastuoso mausoleo. Más psicoanalistas, que es la guerra.

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