102 muertos al estrellarse un avión en el desierto de Argelia
Siete turistas franceses se cuentan entre las víctimas de la catástrofe
Ciento dos personas, entre las que figuran siete franceses, resultaron muertas ayer en el accidente de un avión de la compañía Air Algérie que acababa de despegar de Tamanrasset y se dirigía a la capital haciendo escala en Gardaia. Sólo un recluta, que regresaba a casa con un permiso, sobrevivió al accidente. Estaba ingresado en estado muy grave en el hospital de Tamanrasset, una ciudad considerada como la "puerta del desierto".
El aparato, un Boeing 737, se estrelló poco antes de las cuatro de la tarde (hora local). A bordo se encontraban 97 pasajeros y 6 miembros de la tripulación, se...
Ciento dos personas, entre las que figuran siete franceses, resultaron muertas ayer en el accidente de un avión de la compañía Air Algérie que acababa de despegar de Tamanrasset y se dirigía a la capital haciendo escala en Gardaia. Sólo un recluta, que regresaba a casa con un permiso, sobrevivió al accidente. Estaba ingresado en estado muy grave en el hospital de Tamanrasset, una ciudad considerada como la "puerta del desierto".
El aparato, un Boeing 737, se estrelló poco antes de las cuatro de la tarde (hora local). A bordo se encontraban 97 pasajeros y 6 miembros de la tripulación, según precisó Air Algérie. Entre los pasajeros figuraban también siete franceses, probablemente turistas. Se trata del más grave accidente en la historia de la aviación civil argelina desde la independencia del país, en 1962.
El avión debía enlazar Tamanrasset con Argel, distantes de 1.900 kilómetros, con una parada en Gardaia, donde tenían previsto bajarse la mayoría de los pasajeros. El aeropuerto de Agenar, donde se produjo el accidente, está situado a unos 15 kilómetros de la capital del gran sur argelino.
Causas técnicas
Un responsable de Air Algérie precisó inmediatamente que la catástrofe era achacable a causas técnicas. Uno de los testigos del accidente narró a la radio argelina que el aparato rodaba rápidamente sobre la pista -estaba casi a punto de despegar- cuando uno de los motores se incendió. El avión giró entonces bruscamente, se salió de la pista y se estrelló después de recorrer unos 600 metros.
Inmediatamente después del accidente, los bomberos, ayudados por policías, aduaneros, militares y voluntarios intentaron socorrer a las víctimas y trasladar a los heridos al hospital.
El Gobierno argelino organizó a continuación una célula de crisis y envió a Tamanrasset al titular de Interior, Yazis Zerhuni, y al de Transportes, Abdelmalek Sellal. Paralelamente, en los aeropuertos de Argel y Gardaia se abrían sendas oficinas para informar a los familiares de las víctimas. En París, el Ministerio de Asuntos Exteriores francés iba a hacer otro tanto.
Las autoridades argelinas tenían también la intención de crear una comisión técnica de investigación para establecer las causas del accidente.
El avión es un medio de transporte muy utilizado en Argelia, un país casi cinco veces más extenso que España. Las distancias son grandes y los precios son baratos. Un billete de ida y vuelta entre Argel y Tamanrasset puede costar unos 90 euros.
Desde hace unos tres años el turismo extranjero, sobre todo francés, alemán e italiano, ha vuelto a esa zona del país que nunca fue golpeada por el terrorismo islamista. La temporada turística se extiende de octubre a abril. A partir de entonces las temperaturas son muy elevadas.