Las bolsas vuelven a sufrir las sacudidas de la guerra y suben el euro y el crudo

La moneda europea superó los 1,093 dólares y el petróleo alcanzó sus máximos del año

Fue una típica sesión defensiva. El dinero huyó del riesgo de las bolsas y se refugió en el euro, el franco suizo, el petróleo y el oro. El euro cotizó a 1,093 dólares en los niveles de marzo de 1999, y el petróleo alcanzó 33,45 dólares, su máximo anual. El aumento de tropas de Estados Unidos en el golfo Pérsico acerca la posibilidad de enfrentamiento con Irak, y los inversores utilizaron esta noticia para deshacer posiciones. El índice Ibex 35 cedió el 2,09%, París cayó el 3,11%, Londres el 1,61% y Francfort el 1,91%. Las bolsas estadounidenses registraron descensos en la apertura.

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Fue una típica sesión defensiva. El dinero huyó del riesgo de las bolsas y se refugió en el euro, el franco suizo, el petróleo y el oro. El euro cotizó a 1,093 dólares en los niveles de marzo de 1999, y el petróleo alcanzó 33,45 dólares, su máximo anual. El aumento de tropas de Estados Unidos en el golfo Pérsico acerca la posibilidad de enfrentamiento con Irak, y los inversores utilizaron esta noticia para deshacer posiciones. El índice Ibex 35 cedió el 2,09%, París cayó el 3,11%, Londres el 1,61% y Francfort el 1,91%. Las bolsas estadounidenses registraron descensos en la apertura.

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Los inversores siguen convencidos de que el conflicto bélico entre Estados Unidos e Irak está muy próximo. El presidente George Bush anunció el envío de nuevas tropas a la zona y saltaron todas las señales de alarma en el mundo del dinero, que, desde hace semanas, no hace sino evaluar las posiblidades de una guerra en Irak. Se pasa así de las alzas cuando el clima bélico se relaja a las caídas en el momento que los hechos o los discursos apuntan a un enfrentamiento inevitable.

Ayer los mercados vieron más cercana la guerra y el dinero realizó los clásicos movimientos defensivos, al tiempo que huía del riesgo de las acciones. Todo ello, además, se produce en un ambiente de deterioro de los grandes datos macroeconómicos y empresariales donde la posibilidad de conflicto actúa ya de forma negativa.

La caída de la confianza del consumidor francés y el deterioro de las ventas minoristas en la zona euro abundan en ese clima de desconfianza que rodea a la renta variable. Las bolsas europeas se decantaron desde primera hora por los descensos. El mercado parisino fue el más castigado con un retroceso del 3,11%, mientras que la Bolsa española perdía el 2,09% y el 1,61% en el caso de Londres. El mercado alemán, que comparte más horas con las plazas de Estados Unidos, cayó el 1,91%, aunque a lo largo de la sesión la pérdida fue mayor. Las bolsas estadounidenses abrieron a la baja, pero fueron dulcificando las caídas y a media sesión el índice Dow Jones cedía el 0,95%, y el Nasdaq, el 0,36%.

En el caso de la Bolsa española, sólo Acerinox consiguió una ganancia dentro de los valores del Ibex 35. Bancos, telecomunicaciones e Iberia registraron los descensos más abultados. El castigo de la compañía aérea se explica en sus previsiones de descenso de facturación si se inicia un conflicto armado en el golfo Pérsico.

Caída de tipos

El clima bélico ya ha provocado un descenso en el volumen de contratación de la Bolsa española del 26,37% durante el pasado mes de febrero. No ayudó siquiera el previsible descenso de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en su reunión de mañana. Un caída que cifran en medio punto que los situaría en el 2,25%.

Pero no sólo hubo víctimas en la jornada de ayer. Los refugios del dinero volvieron a brillar por la entrada de dinero fresco que huía de las bolsas. El euro alcanzó su mayor valor en casi cuatro años. A media tarde, la moneda única se cambió en Francfort a 1,0906 dólares, frente a los 1,0920 dólares de la mañana. El BCE fijó su cambio oficial en los 1,0919 dólares, pero en sus momentos de apogeo, en la sesión matinal, llegó a pagarse a 1,0938 dólares, un nivel que no lograba desde marzo de 1999.

El oro, tradicional valor refugio en periodos de mucha volatilidad e incertidumbre, también se benefició del aumento de la incertidumbre entre los inversores. La cotización de la onza alcanzó ayer los 353 dólares, lo que supuso un aumento de casi el 1,5% con respecto a la jornada anterior. El oro recuperó así parte del valor perdido en los últimos días, después de haber alcanzado un máximo de dos años de casi 380 dólares por onza hace exactamente un mes.

El petróleo, por su parte, mantuvo ayer su imparable escalada y se encareció en torno a un dólar, tanto en el mercado londinense como en el neoyorquino. El barril brent, de referencia para Europa, cotizó a 33,25 dólares, mientras que el West Texas Intermediate, el precio para Estados Unidos, superó los 35 dólares. Los precios de ambos tipos de crudo recuperaron ya su correlación natural -el West suele costar dos dólares más que el brent- después de que el crudo en Nueva York llegara a costar hasta cuatro dólares más que en Londres en días pasados.

El incremento de ayer se achacó a la casi certeza del mercado petrolero de que Washington dará la orden para atacar Irak independientemente de lo que se decida en el seno de Naciones Unidas. Los intermediarios compran bajo la expectativa de que, en cuanto se produzca un ataque, el precio del barril se disparará aún más, hasta superar los 40 dólares. El mercado petrolero también se cubre las espaldas ahora, en caso de que el ataque no sea tan rápido ni efectivo como se espera. En este caso, el precio del barril a futuro se elevará mucho más ante el temor al desabastecimiento.

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