Los 'escudos humanos' de Mas

El conseller en cap, Artur Mas, se ha resistido sistemáticamente a hacer declaraciones sobre las manipulaciones en los sondeos oficiales encargados por el Gobierno de CiU, de las que este diario comenzó a informar el pasado 1 de febrero. "Está usted de mala suerte; sólo vamos a hablar de vivienda", dijo anteayer Mas a preguntas de este diario. Y es que el delfín de Jordi Pujol ha querido evitar que su nombre apareciera asociado al escándalo más allá de lo periodísticamente ineludible. Como toda regla precisa de excepción, la transgresión se produjo con ocasión de la visita de Mas...

El conseller en cap, Artur Mas, se ha resistido sistemáticamente a hacer declaraciones sobre las manipulaciones en los sondeos oficiales encargados por el Gobierno de CiU, de las que este diario comenzó a informar el pasado 1 de febrero. "Está usted de mala suerte; sólo vamos a hablar de vivienda", dijo anteayer Mas a preguntas de este diario. Y es que el delfín de Jordi Pujol ha querido evitar que su nombre apareciera asociado al escándalo más allá de lo periodísticamente ineludible. Como toda regla precisa de excepción, la transgresión se produjo con ocasión de la visita de Mas a Quebec. Fue un frío 18 de febrero quebequés cuando el conseller en cap respondió con un lacónico "se hace mucho escándalo por muy pequeños errores".

Pero sólo fue ese día. Anteriormente siempre lo había rehusado, y el pleno parlamentario de ayer estuvo dentro de la más pura ortodoxia inhibicionista de Mas. Fue el portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds, Rafael Ribó, quien pidió a Pujol que no actuara de escudo humano de nadie. Ya por la mañana el diputado del PP Daniel Sirera inquirió sobre la ausencia de Mas en el hemiciclo. La interpelación del parlamentario popular la respondió el portavoz del Ejecutivo, Felip Puig, desde unos bancos del Gobierno más despoblados que el desierto de Gobi.

Puig y Pujol tuvieron que dar explicaciones sobre unos sondeos buena parte de los cuales se han transmitido e incluso encargado desde el entorno de Artur Mas. En esa reasunción de responsabilidades, el propio Jordi Pujol quiso volver a marcar territorio en ese confuso ático compartido en que se ha convertido el Departamento de Presidencia. "Yo no soy un escudo humano, soy el presidente, y el presidente asume la responsabilidad cuando son cosas que afectan a Presidencia de la Generalitat; asumo pues los errores y digo que esto no volverá a pasar, de eso doy garantías".

¿Y los socios de Unió Democràtica (UDC)? Pues los democristianos han asistido como convidados de piedra al escándalo de las polémicas encuestas. Y ello a pesar de que uno de los perjudicados es su líder, Josep Antoni Duran Lleida, quien siempre ha hecho profesión de fe en el esclarecimiento de los hechos. Ahora el portavoz de UDC, Jordi Casas, será el encargado de tramitar por parte de CiU la moción subsiguiente a la interpelación presentada ayer por el PP.

Así se amplia la nómina de protagonistas de la cúpula de CiU en las réplicas al polémico asunto de las encuestas que inauguró el dirigente de CDC Pere Macias.