La Guardia Civil investiga el extraño asesinato de un franciscano en Barcelona

La víctima, que era director de un colegio, recibió un disparo cuando estaba en su coche

La Guardia Civil investiga las extrañas circunstancias que rodean la muerte del franciscano Josep Manuel Berdala, de 51 años, fallecido en la mañana del pasado día 11 en una zona descampada de la localidad de Sitges cuando se encontraba en el interior de su vehículo. Fuentes de la investigación aseguraron ayer que se trata de un "caso difícil" y admitieron que por ahora no existe una pista fiable que explique el móvil del crimen del sacerdote, que era director del colegio Sant Bonaventura de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), según informó ayer El Mundo.

El franciscano fue encontr...

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La Guardia Civil investiga las extrañas circunstancias que rodean la muerte del franciscano Josep Manuel Berdala, de 51 años, fallecido en la mañana del pasado día 11 en una zona descampada de la localidad de Sitges cuando se encontraba en el interior de su vehículo. Fuentes de la investigación aseguraron ayer que se trata de un "caso difícil" y admitieron que por ahora no existe una pista fiable que explique el móvil del crimen del sacerdote, que era director del colegio Sant Bonaventura de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), según informó ayer El Mundo.

El franciscano fue encontrado muerto en el interior de su automóvil por agentes de la Guardia Urbana de Sitges. La apariencia inicial apuntaba que había fallecido en accidente de tráfico, al chocar el vehículo contra un poste en el camino de Las Cuevas.

El cuerpo fue sometido a una autopsia y los forenses ratificaron esa hipótesis como la causa de la muerte, por lo que el cadáver fue trasladado al tanatorio de Vilanova i la Geltrú para que fuera oficiada la ceremonia fúnebre. Fue entonces cuando los trabajadores del tanatorio descubrieron que el cuerpo presentaba un orificio de entrada a la altura del cuello.

La policía fue alertada de los hechos y el cadáver fue sometido entonces a una segunda autopsia en la que se certificó que la causa de la muerte había dido un disparo realizado con un arma de pequeño calibre. La bala entró por el hombro de la víctima y describió una trayectoria descendente antes de quedar alojada en el pulmón.

Los investigadores consideran que el disparo fue realizado desde el exterior del vehículo y que el franciscano probablemente se encontraba solo en el automóvil. Sin embargo, el disparo no le produjo la muerte instantánea, sino que tuvo tiempo de seguir conduciendo el automóvil hasta chocar con el poste. El juzgado de Vilanova que investiga los hechos ha decretado el secreto de sumario.

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