La policía expulsa a un grupo de inmigrantes por segunda vez en una semana

El Ayuntamiento de Moguer justifica la medida en razones de seguridad e higiene

Agentes de la Policía Local de Moguer (Huelva) desmantelaron ayer un campamento de chabolas que unos cien inmigrantes subsaharianos habían levantado en la zona conocida como Cumbres Mayores, en las proximidades de la localidad. Es la segunda vez en esta semana que la policía levanta ese campamento. Los extranjeros permanecieron en las proximidades de la zona tras el desalojo, a la espera de encontrar trabajo en las plantaciones de fresa.

"El campamento se ha levantado por Ley, por salubridad y por seguridad. Ese tipo de acampadas no pueden admitirse. Resulta lamentable, pero es así", ex...

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Agentes de la Policía Local de Moguer (Huelva) desmantelaron ayer un campamento de chabolas que unos cien inmigrantes subsaharianos habían levantado en la zona conocida como Cumbres Mayores, en las proximidades de la localidad. Es la segunda vez en esta semana que la policía levanta ese campamento. Los extranjeros permanecieron en las proximidades de la zona tras el desalojo, a la espera de encontrar trabajo en las plantaciones de fresa.

"El campamento se ha levantado por Ley, por salubridad y por seguridad. Ese tipo de acampadas no pueden admitirse. Resulta lamentable, pero es así", explicó ayer Manuel Batista, portavoz socialista del Ayuntamiento de Moguer.

Este edil señaló que la presencia de esos extranjeros crea una fuerte tensión entre los vecinos de la localidad. "Desde muy temprano se les ve ociosos cada día, de un lado para otro del pueblo. Se asientan en un sitio y en los alrededores surgen los robos y los hurtos. Es así, no podemos negarlo. El año pasado, este asunto cogió al Ayuntamiento con el pie cambiado, pero ahora vamos a intervenir", indicó.

Manuel Batista expresó su solidaridad con los inmigrantes, pero matizó: "Una persona tiene unas necesidades vitales que precisa atender. Entre ellas, comer, dormir y lavarse. Y cada cual trata de conseguirlas como puede. Cuando no hay forma de obtenerlas surge el conflicto".

Manuel Batista recordó que los vecinos de Moguer llegaron a organizar manifestaciones espontáneas el pasado año para reclamar soluciones al problema de la inmigración. Este concejal insistió en que, a veces, la Policía Local de Moguer, con una plantilla escasa, se ve desbordada por las reclamaciones que los vecinos formulan sobre asuntos relacionados con los inmigrantes. "Pedimos la colaboración de quien tiene la obligación y las competencias en este asunto, que es la Subdelegación del Gobierno en Huelva", indicó.

Mientras, el alcalde de Cartaya, el socialista Juan Antonio Millán Jaldón, se negó a admitir en su pueblo a 25 indocumentados procedentes de la provincia de Almería. Esos trabajadores llegaron en un autobús, junto a otros 25, tras haber sido contratados en origen por empresarios freseros de Huelva. "Detectamos que 25 de esos extranjeros portaban papeles falsos. Entonces dimos parte a la Guardia Civil, para que los devuelvan a Almería, porque nosotros, en esa situación de irregularidad, no podemos contratarlos", afirmó Juan Antonio Millán Jaldón. El alcalde explicó esta actuación a los empresarios freseros de Cartaya, en la reunión que mantiene con ellos todos los sábados.

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Millán Jaldón añadió: "Cada vez que llega un autobús, nosotros vemos los inmigrantes que son legales y los que no son legales. Los que no son legales van para atrás", indicó.

En numerosas localidades freseras de la provincia de Huelva han proliferado las acampadas en las que malviven los extranjeros. Algunos de estos asentamientos, hechos con maderas y plásticos, se hallan junto a la carretera, como ocurre en Lepe. Los empresarios freseros tienen previsto contratar este año a 4.000 trabajadores, la mayoría del Este de Europa.

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