Una mujer da a luz en un hospital de Valencia tras superar un cáncer de útero con medicación hormonal

Sonsoles Ramos, de 31 años, dio a luz el 29 de enero a una niña después de que se le diagnosticara un cáncer de útero a finales de 2000. El tratamiento más eficaz en estos casos es, además de medicación, extirpar la matriz y los ovarios, pero esto hubiera impedido a la paciente ser madre, como deseaba. En lugar de ello, Ramos optó por un tratamiento hormonal que ofrece unas garantías de éxito del 70% y que ha hecho desaparecer la enfermedad, como comentó ayer el jefe de servicio de tocoginecología del Hospital General de Valencia, José Juan Santonja. Este caso, señaló el doctor, es el número 2...

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Sonsoles Ramos, de 31 años, dio a luz el 29 de enero a una niña después de que se le diagnosticara un cáncer de útero a finales de 2000. El tratamiento más eficaz en estos casos es, además de medicación, extirpar la matriz y los ovarios, pero esto hubiera impedido a la paciente ser madre, como deseaba. En lugar de ello, Ramos optó por un tratamiento hormonal que ofrece unas garantías de éxito del 70% y que ha hecho desaparecer la enfermedad, como comentó ayer el jefe de servicio de tocoginecología del Hospital General de Valencia, José Juan Santonja. Este caso, señaló el doctor, es el número 23 en todo el mundo, "según la literatura científica", y el primero en España en el que, además de vencer de esta forma al tumor, la enferma ha tenido descendencia.

A esta paciente de Torrente (Valencia) se le detectó un adenocarcinoma de endometrio muy diferenciado, un tipo de tumor que afecta a mujeres menores de 40 años sólo en un 5% de los casos. Ante sus deseos de no perder su matriz, el equipo del doctor Santonja le ofreció un tratamiento a base de 160 miligramos diarios de megestrol, un compuesto basado en la progesterona. La medicación comenzó en julio de 2001. A los dos meses ya habían desaparecido las células malignas, y algo más tarde sólo quedaban "residuos polipoideos" que se extirparon quirúrgicamente, como dijo ayer Santonja. "Tuvimos la suerte de que el tumor no se hubiera extendido", apuntó el doctor, quien destacó la gran respuesta a la medicación de este tipo de cáncer, "un tratamiento hormonal muy potente que se usa en tumores metastásicos avanzados", aunque se contempla para tratar estos casos en un documento de consenso de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, señaló el médico del centro valenciano.

A principios de 2002 desapareció totalmente la enfermedad y en abril ya estaba embarazada. El médico que ha supervisado todo el proceso, explicó, acompañado de los padres, que la gestación no fue fácil debido a una amenaza de aborto a los tres meses y la hipertensión, acompañada de diabetes gestacional que padeció la madre, dolencias ajenas al tumor. El 29 de enero nació Claudia de parto natural con un peso de 2,9 kilogramos. "Desde el principio, me preocupó más la posibilidad de no tener hijos que lo que me pudiera pasar", comentaba ayer Sonsoles.

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