Críticas a la política científica en el estreno de los institutos de Paterna

El presidente, los consejeros y el ministro, ausentes del acto oficial

El acto de inaguración de los dos edificios nuevos de investigación de la Universidad de Valencia -preparado desde hace meses con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y con el Consell para escenificar el aldabonazo oficial a la construcción del aplazado parque científico junto al campus de Burjassot- se desinfló ayer, poco antes de comenzar, cuando el ministro Josep Piqué comunicó que no iba a asistir, provocando una inesperada reacción en cadena de bajas de los altos cargos del Consell anunciados.

A la ausencia del ministro Piqué por "cuestiones de agenda", notificada sólo una hora an...

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El acto de inaguración de los dos edificios nuevos de investigación de la Universidad de Valencia -preparado desde hace meses con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y con el Consell para escenificar el aldabonazo oficial a la construcción del aplazado parque científico junto al campus de Burjassot- se desinfló ayer, poco antes de comenzar, cuando el ministro Josep Piqué comunicó que no iba a asistir, provocando una inesperada reacción en cadena de bajas de los altos cargos del Consell anunciados.

A la ausencia del ministro Piqué por "cuestiones de agenda", notificada sólo una hora antes de la inauguración (exactamente a las 16.40), siguió la desolación. El presidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas, comunicaba al rector Francisco Tomás la imposibilidad de asistir al acto. Y el resto de altos cargos del ejecutivo autonómico que habían confirmado su presencia a mediodía mediante un fax , los dos consejeros vinculados al área de la enseñanza superior y a la I+D+i, Manuel Tarancón y Fernando Castelló, respectivamente, "hicieron mutis por el foro, ni una llamada", según confirmaron tres altos cargos de responsabilidad. En su ausencia, sólo acudió Javier Quesada, subsecretario de Ciencia, y "amigo de la casa", puntualizaba un vicerrector con cierta ironía.

A la desbandada política, que calentó los ánimos de la comunidad científica congregada allí, siguió el malestar y las denuncias contra la política científica del Gobierno por parte de medio centenar de jóvenes investigadores, que desde hace dos años denuncia las "precarias" condiciones en las que trabajan sin ninguna prestación social, ni derecho laboral. Y todo ello, como si de un oscuro pasaje bíblico se tratara, en un día que había amanecido nublado por la dimisión del presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rolf Tarrach. Tarrach aprovechó su presencia en Valencia -en una universidad con la mantiene estrechos lazos al coordinar centros mixtos de investigación puntera- para denunciar su impotencia por "no haber podido resolver un problema serio" que es "el diferencial de entre el 7% y el 10%" en el salario de los investigadores del CSIC.

La imagen de los dos cubos blancos emergiendo sobre 6.000 metros cuadrados en el corazón del Parque Científico, tras haber sido arrasados hace año y medio por una tromba de agua, se difuminaba ante la fuerza creciente del "naranja" de las camisetas con que los "precarios" se atavían en cada protesta, y que ayer empezaron a usar ya reconocidos científicos internacionales como el físico Víctor Reglero.

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