Duro Felguera negocia la compra de Babcock Borsig España
La firma asturiana Duro Felguera está negociando con la alemana Babcock Borsig y con la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) la compra de Babcock Borsig España, la antigua Babcock & Wilcox, privatizada en octubre de 2001 con un coste para las arcas públicas de 1.274,15 millones de euros. Entonces se garantizaban 673 puestos de trabajo. Duro Felguera quiere cerrar el acuerdo con 250 trabajadores menos.
El culebrón de la Babcock, como se le conoce en Vizcaya, abrió ayer un nuevo episodio con la opción de compra de Duro Felguera, empresa que hace unos años ya estu...
La firma asturiana Duro Felguera está negociando con la alemana Babcock Borsig y con la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) la compra de Babcock Borsig España, la antigua Babcock & Wilcox, privatizada en octubre de 2001 con un coste para las arcas públicas de 1.274,15 millones de euros. Entonces se garantizaban 673 puestos de trabajo. Duro Felguera quiere cerrar el acuerdo con 250 trabajadores menos.
El culebrón de la Babcock, como se le conoce en Vizcaya, abrió ayer un nuevo episodio con la opción de compra de Duro Felguera, empresa que hace unos años ya estuvo interesada en el fabricante vasco de bienes de equipo. La nueva operación de compraventa es el resultado de la suspensión de pagos de la matriz alemana a los ocho meses de la privatización. En octubre del pasado año la firma alemana y la sociedad pública anunciaron que se buscaba un nuevo socio de referencia que se hiciera cargo de la empresa vasca. Entonces la SEPI se convirtió en el avalista de los contratos de Babcock y en el tutor de sus actividades.
La oferta de Duro Felguera fue ayer comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En la nota se pone un plazo de negociación de 20 días y se señala que aún no se ha tomado una decisión en firme. En todo caso, el plazo se cierra antes de la reunión que los sindicatos tendrán con la SEPI el próximo 13 de febrero. Las dos centrales presentes en el consejo de administración, CC OO y UGT, desconocían la oferta y se mostraron contrarias a la misma si recorta empleo. El acuerdo de privatización con Babcock Borsig garantiza mantener la plantilla cinco años.