Empiezan las voladuras para el túnel de la línea 9 en Santa Coloma
Las explosiones se efectuarán durante un mes los días laborables de 12.00 a 15.00
Técnicos del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat comenzaron ayer las voladuras necesarias para construir el túnel por el que circulará el metro de la futura línea 9, que conectará Santa Coloma de Gramenet y Badalona con el aeropuerto de El Prat. Las explosiones se prolongarán durante un mes y se producirán sólo en días laborables entre las 12.00 y las 15.00 horas. El objetivo es producir el vaciado del subsuelo, a unos 30 metros de profundidad, para permitir en unas semanas el trabajo de la tuneladora que realizará el túnel del suburbano.
Cada día se ...
Técnicos del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat comenzaron ayer las voladuras necesarias para construir el túnel por el que circulará el metro de la futura línea 9, que conectará Santa Coloma de Gramenet y Badalona con el aeropuerto de El Prat. Las explosiones se prolongarán durante un mes y se producirán sólo en días laborables entre las 12.00 y las 15.00 horas. El objetivo es producir el vaciado del subsuelo, a unos 30 metros de profundidad, para permitir en unas semanas el trabajo de la tuneladora que realizará el túnel del suburbano.
Cada día se harán estallar 17 kilogramos de dinamita para poder hacer el agujero. El lugar elegido para el inicio de las obras se halla en la confluencia de la carretera de la Roca con la calle de Girona, en el barrio colomense de Singuerlín. El subsuelo es de granito, lo que hace necesarias las voladuras para iniciar el túnel.
Antes de cada explosión, la Guardia Urbana acordona la zona y corta la circulación en la carretera de la Roca mientras una señal acústica indica la inminente detonación.
Los operarios de las obras se han reunido en los últimos días con los vecinos más cercanos a la zona de las explosiones para aconsejarles que cierren las ventanas y para tranquilizarles, ya que una malla impide que las rocas salgan disparadas de modo incontrolado.
Varios sismógrafos velan para que las vibraciones no afecten a la estructura de los edificios colindantes.
El tramo ahora iniciado es el que va desde las poblaciones de Santa Coloma y Badalona hasta la estación de la Sagrera, y está previsto que entre en funcionamiento en el año 2004.