El impuesto de bienes inmuebles se triplica de unos municipios a otros

Aranjuez es el Ayuntamiento que más cobra a los propietarios de casas

El tributo que los madrileños deben pagar por tener una vivienda en propiedad (impuesto sobre bienes inmuebles urbano o IBI) es muy diferente según el municipio en el que viven. Aranjuez, Arganda, San Lorenzo del Escorial y Pinto son los ayuntamientos que más cobran por este impuesto. Como contraste, los vecinos de Ciempozuelos, Algete o Alcorcón pagan casi tres veces menos. El signo político del Ayuntamiento no influye.

Un repaso al IBI aplicado por los 36 ayuntamientos con más de 10.000 habitantes de la región demuestra que la presión fiscal que aplican es muy desigual, con diferencia...

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El tributo que los madrileños deben pagar por tener una vivienda en propiedad (impuesto sobre bienes inmuebles urbano o IBI) es muy diferente según el municipio en el que viven. Aranjuez, Arganda, San Lorenzo del Escorial y Pinto son los ayuntamientos que más cobran por este impuesto. Como contraste, los vecinos de Ciempozuelos, Algete o Alcorcón pagan casi tres veces menos. El signo político del Ayuntamiento no influye.

Un repaso al IBI aplicado por los 36 ayuntamientos con más de 10.000 habitantes de la región demuestra que la presión fiscal que aplican es muy desigual, con diferencias que alcanzan el 280%. Resulta difícil, sin embargo, explicar el origen de esta desigualdad, aun preguntándoselo a los propios alcaldes. Todos ellos insisten en el esfuerzo realizado para congelar la tasa en los últimos años y en no trasladar a los vecinos el aumento del valor catastral de las viviendas. Pero ninguno acierta a explicar por qué el IBI cobrado en una localidad duplica a otra que esté al lado.

Además, los consistorios que aplican un IBI más alto aseguran que "éste es un impuesto muy complejo, que depende del valor de catastro y de su actualización". "Aplicar un IBI más alto no siempre significa cobrar más dinero a los vecinos", explica el concejal de Hacienda de Parla, José María Fraile, del PSOE.

El IBI urbano es un impuesto que grava el valor de las viviendas. Dos cosas influyen en la cantidad de dinero que se paga por el IBI: el valor de las viviendas y el porcentaje o coeficiente de este valor que los consistorios cobran cada año a sus vecinos. Para calcular el importe de dinero a pagar por cada vivienda, se multiplican estas dos cifras.

El valor de las viviendas se toma del catastro. Esto implica grandes diferencias entre unos ayuntamientos y otros, ya que el catastro es aproximadamente el 50% del precio de mercado. No vale lo mismo un piso en Algete, por ejemplo, que en el centro de Madrid.

Otro hecho que complica aún más la comparación del IBI entre un ayuntamiento y otro es la revisión del catastro. El Ministerio de Hacienda revisa el valor del parque de viviendas en cada localidad una vez cada 10 años, mientras el precio de la vivienda está subiendo en los últimos años más de un 10% anual. Esto supone que el valor de un piso revisado en 2001 será muy superior al de otra vivienda situada en un municipio cuya última revisión fue en 1996, por ejemplo.

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En cualquier caso, cada ayuntamiento tiene libertad para imponer el IBI que considere oportuno a sus vecinos, y subirlo o bajarlo anualmente para adaptarlo al nivel de gastos del consistorio. Como la revisión catastral eleva constantemente el valor de las viviendas, los ayuntamientos van reduciendo el coeficiente del IBI.

Los ayuntamientos que más IBI cobran coinciden en destacar que durante los últimos años han hecho un esfuerzo en reducir el coeficiente que imponen a sus vecinos. "El valor catastral sube constantemente y nuestro esfuerzo debe ser no trasladar este aumento a los vecinos. El instrumento que tenemos es reducir el coeficiente y eso es lo que hacemos", explica Fausto Fernández, alcalde de IU de Rivas.

"Nosotros llevamos tres años con el IBI congelado", afirma José Luis Fernández Quejo, alcalde del PP de San Lorenzo de El Escorial, el tercer ayuntamiento más caro de la región según el IBI que aplica. "Sólo subimos el IPC y reducimos el coeficiente para no trasladar el aumento del valor catastral a los vecinos", añade Fernández Quejo.

La velocidad con la que los consistorios reducen el coeficiente o sus necesidades financieras de ingresos podrían explicar las desigualdades en un impuesto que casi todos los ediles consultados admiten como "difícil de manejar, y por su propia naturaleza, dado a la desigualdad".

Un alcalde de la periferia sur de Madrid admite haber congelado el IBI en los dos últimos años por una razón tan poco traducible a euros como el hecho de tener "la sensación de aplicar una elevada presión fiscal". "No hay forma de saberlo. Cada ciudad tiene miles de viviendas en decenas de zonas con distinto valor de mercado y con rentas de los vecinos muy desiguales. Intentar calcular de este modo el impuesto más justo para los vecinos es imposible", añade este edil.

Importantes ingresos

El IBI es una fuente importante de las arcas municipales, en las que puede representar cerca del 30% de los ingresos, según la Federación de Municipios de Madrid. No parece haber relación entre la presión fiscal de cada ayuntamiento y el partido político que lo gobierna. Así, de los 10 consistorios más caros, cinco son del PSOE, cuatro del PP y uno de IU. De los 10 más baratos, cinco son del PP y cinco del PSOE.

Getafe no mantiene un IBI de los más caros de la región pese a la pugna que tiene con 10.000 habitantes que se niegan a pagar la tasa de basuras. Esta objeción fiscal cuesta al municipio unos 600.000 euros.

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