Cuatro de las siete principales instituciones vascas comienzan el año sin presupuestos
Sólo tres de las siete principales instituciones vascas han comenzado el año 2003 con presupuestos para este ejercicio. Los ayuntamientos de Bilbao y de San Sebastián y las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya han tenido que prorrogar sus cuentas por falta de apoyos para aprobarlas, apoyos que van a ser más difíciles de obtener para sus equipos de gobierno en un año electoral.
El Ejecutivo vasco logró inesperadamente aprobar sus presupuestos el pasado día 27 gracias a la ausencia del pleno por un retraso del presidente del Grupo Popular, Jaime Mayor Oreja. Elllo le ha permitido al Gobie...
Sólo tres de las siete principales instituciones vascas han comenzado el año 2003 con presupuestos para este ejercicio. Los ayuntamientos de Bilbao y de San Sebastián y las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya han tenido que prorrogar sus cuentas por falta de apoyos para aprobarlas, apoyos que van a ser más difíciles de obtener para sus equipos de gobierno en un año electoral.
El Ejecutivo vasco logró inesperadamente aprobar sus presupuestos el pasado día 27 gracias a la ausencia del pleno por un retraso del presidente del Grupo Popular, Jaime Mayor Oreja. Elllo le ha permitido al Gobierno contar por vez primera en los tres últimos años con unas cuentas sin prórroga. Tanto en la Diputación de Álava como en el Ayuntamiento de Vitoria el acuerdo entre populares, en el gobierno, y socialistas ha facilitado la aprobación de las cuentas.
Estas dos instituciones han sido durante la presente legislaturas las más estables de las principales de Euskadi. Los socialistas han mantenido desde la oposición los gobiernos de Ramón Rabanera, diputado general en Álava, y Alfonso Alonso, alcalde de Vitoria. Esta colaboración de los socialistas a la gobernabilidad no ha tenido su reflejo en San Sebastián, donde la ruptura entre el gobernante PSE y el PP ha impedido que se aprueben las cuentas para 2003.
Colaboración institucional
Más allá de los acuerdos entre estos partidos, el PNV todavía confía en la posibilidad de que los socialistas colaboren finalmente a la estabilidad de las otras dos diputaciones. El pasado ejercicio, la abstención del PSE en Vizcaya y el apoyo con sus votos en Guipúzcoa permitieron que ambas instituciones contasen con presupuestos. Sin embargo, en año electoral, tal y como ya han adelantado dirigentes socialistas, parece difícil que esta situación se repita.
En ambos territorios aún se desconoce incluso la fecha de presentación del proyecto de presupuestos. El diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe, anunció en el pleno de Juntas Generales de diciembre, en respuesta a una interpelación de Xabier Olano, de la suspendida Batasuna, su voluntad de negociar y llegar a acuerdos para sacar adelante las cuentas forales. De hecho, tendió la mano a los socialistas para reeditar el acuerdo presupuestario de 2002. Pero las navidades han dejado en suspenso el proceso negociador, no exento de condicionantes.
Los socialistas guipuzcoanos exigen al gobierno foral, como reiteró ayer su portavoz en Juntas Generales, Miguel Buen, tres cuestiones básicas para sentarse a la mesa: un pronunciamiento firme contra la violencia de ETA "del que Sudupe ya ha dado muestras más que sobradas", el incremento del gasto social para apoyar a las personas más desfavorecidas y el aumento de la asignación a los ayuntamientos.