Un hombre mata de una puñalada a su compañera sentimental en Huelva y se entrega a la policía

María José Márquez Zamorano, de 27 años, vecina de Moguer (Huelva), murió la noche del pasado lunes, estrangulada y apuñalada, presuntamente por su compañero sentimental, identificado como L. M. P. A., de 30 años. La víctima había conocido al agresor, natural de San Sebastián, a través de Internet.

La pareja había iniciado una relación sentimental y vivían juntos desde septiembre, en el domicilio de la joven, donde se perpetró el crimen, según fuentes de la subdelegación del Gobierno en Huelva. El presunto agresor pasó ayer a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 2 d...

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María José Márquez Zamorano, de 27 años, vecina de Moguer (Huelva), murió la noche del pasado lunes, estrangulada y apuñalada, presuntamente por su compañero sentimental, identificado como L. M. P. A., de 30 años. La víctima había conocido al agresor, natural de San Sebastián, a través de Internet.

La pareja había iniciado una relación sentimental y vivían juntos desde septiembre, en el domicilio de la joven, donde se perpetró el crimen, según fuentes de la subdelegación del Gobierno en Huelva. El presunto agresor pasó ayer a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Moguer, después de que se entregara en la madrugada del martes a la policía de Huelva. El juez ordenó su ingreso en prisión.

El presunto homicida, con gran frialdad, avisó por teléfono al padre de la víctima, al que comunicó que la joven se hallaba enferma en su domicilio. El padre halló a la chica ya cadáver, según fuentes cercanas a los familiares.

El forense ha especificado que la muerte se produjo de forma violenta: el cuerpo de la fallecida presentaba síntomas de estrangulamiento y una herida incisopunzante asestada por arma blanca. La muchacha yacía en medio de un charco de sangre en su domicilio, en una barriada de Moguer, conocida como Núcleo Residencial Juan Ramón Jiménez.

La Guardia Civil inició una intensa investigación tras recibir una llamada de un amigo del presunto agresor, que avisó de que le había revelado que había matado a su novia, presumiblemente, por celos. El agresor determinó por voluntad propia, horas después de cometer el asesinato, entregarse a la policía. El padre de la víctima trabaja en una carpintería de Moguer y ella como limpiadora en un restaurante. La joven se encontraba en trámites de separación matrimonial. Con su ex marido, natural de Palos de la Frontera (Huelva), tenía un hijo de cinco años. "Ella le comunicó a su marido que había conocido a un hombre a través de Internet y que había tomado la determinación de irse a vivir con él", afirmó ayer, consternado, un vecino de la fallecida. El hijo de la víctima se encontraba con su tía en el momento del crimen.

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