Políticos y Bermejales
La legislatura que estamos padeciendo, encabezada por el señor Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), como alcalde; del PA, como socio del gobierno, y del PP, como oposición, es la peor, con diferencia, que ha tenido nuestra ciudad. El hastío, la impotencia, el sentimiento del desgobierno o del gobierno del despropósito está ahí, en nuestras calles, en cada rincón de nuestra ciudad. Subido el telón, se nos descubre una Sevilla cansada de aguantar y con descontento generalizado.
La más alta cuota de inseguridad, ruidos, botellonas, obras por todos los sitios y caos circulatorio constante, s...
La legislatura que estamos padeciendo, encabezada por el señor Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), como alcalde; del PA, como socio del gobierno, y del PP, como oposición, es la peor, con diferencia, que ha tenido nuestra ciudad. El hastío, la impotencia, el sentimiento del desgobierno o del gobierno del despropósito está ahí, en nuestras calles, en cada rincón de nuestra ciudad. Subido el telón, se nos descubre una Sevilla cansada de aguantar y con descontento generalizado.
La más alta cuota de inseguridad, ruidos, botellonas, obras por todos los sitios y caos circulatorio constante, suciedad y dejadez por todos lados. Ellos, nuestros representantes políticos, miran descontentos, sin entender y piensan, ajenos a todo, que realmente lo están haciendo bien.
La escasa calidad política de nuestros dirigentes les lleva a optar por soluciones fáciles, poco estudiadas y nada comprometidas con los tiempos actuales. Sus fórmulas son viejas y están mal aplicadas.
Y seguimos con protestas en los barrios. Se levanta la Sevilla del este, del oeste, la del norte y la del lamentable sur, asediada como siempre, por todos los rincones.
El sentimiento de estar desoídos y a merced de los designios de nuestros "infalibles dirigentes" va aumentando cada día. Lo mismo que el nivel de crispación que va alcanzando cuotas peligrosas.
Como guinda del postre: Bermejales, barrio etiquetado, por conveniencia del PSOE y al que este mismo partido, que alardea de carácter democrático, acalla la voz mayoritaria de un barrio que, además, es respaldado por todos (menos tres) los comerciantes de la zona y el APA del colegio. Llegando, incluso, a ignorar alternativas que no son ni contestadas, ni discutidas. Esperemos que ésta continua lucha que mantiene haga despertar del letargo a nuestros dirigentes y se den cuenta de que Sevilla, nuestra Sevilla, se arrastra dificultosamente para poder llegar a marzo del 2003.