La proximidad de las elecciones recrudece el pulso entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta

Lejos de encontrar vías de solución, el viejo conflicto entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta incorpora cada día nuevos argumentos que lo engordan. El horizonte, a poco más de cinco meses para las elecciones municipales, no permite atisbar un panorama de mejor entendimiento, antes bien, el PP parece decidido a usar como eje de su estrategia el supuesto mal trato que la Administración autonómica brinda a una ciudad donde siempre ha calado con facilidad el discurso del agravio. Nunca, según la Junta, las relaciones han sido tan malas como con el actual alcalde.

En los últimos días, e...

Lejos de encontrar vías de solución, el viejo conflicto entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta incorpora cada día nuevos argumentos que lo engordan. El horizonte, a poco más de cinco meses para las elecciones municipales, no permite atisbar un panorama de mejor entendimiento, antes bien, el PP parece decidido a usar como eje de su estrategia el supuesto mal trato que la Administración autonómica brinda a una ciudad donde siempre ha calado con facilidad el discurso del agravio. Nunca, según la Junta, las relaciones han sido tan malas como con el actual alcalde.

En los últimos días, el Ayuntamiento que preside Francisco de la Torre, ha puesto sobre la mesa dos nuevos asuntos para arremeter contra la Administración autonómica: la moratoria sobre superficies comerciales, que según el primer edil supone un "frenazo para el desarrollo de Málaga", y el mantenimiento de los colegios, cuyo coste adicional por la ampliación de los horarios de apertura, quiere el consistorio que asuma la Consejería de Educación.

Son sólo dos ejemplos más. La nómina de la discrepancia afecta a los programas de rehabilitación de viviendas, a la construcción de VPO, al convenio de carreteras, al palacio de ferias, al proyecto del metro, al consorcio de transportes, a la rehabilitación de La Alcazaba, o a la apertura del teatro Cánovas.

Pero ninguno tiene la dimensión de la advertencia que la Consejería de Obras Públicas hizo en julio de retirar las competencias urbanísticas delegadas si De la Torre persiste en su política sobre la materia. Para el PP, fue "una agresión en toda regla" que 1e legitima al equipo municipal de Gobierno para arremeter contra la Junta por "olvidar" a Málaga. Las relaciones entre ambas instituciones siempre han sido difíciles. Según el PP las elecciones primarias socialistas marcaron un punto de inflexión, porque "Marisa Bustinduy no tiene el conocimiento de la ciudad que tenía Francisco Oliva y parece que los delegados de la Junta han asumido el papel de hacer la oposición municipal".

Para el PSOE, en cambio, el principal responsable es el alcalde, "un hombre dubitativo e indeciso que nos tiene acostumbrados a no cumplir sus compromisos y trata de ocultar su incapacidad metiéndose con la Junta".

La proximidad de las elecciones municipales ha enturbiado aún más las cosas. El último pleno municipal es un ejemplo de esta controversia. El PP llevó 10 mociones de urgencia, buena parte de ellas para abundar en la discrepancia, como el caso citado de los colegios, la petición de asumir en solitario el programa de rehabilitación de viviendas que por decreto gestiona la empresa autonómica de suelo, Epsa, o la reprobación de los concejales de la oposición por participar en las protestas contra la desaparición del PER que se realizaron con motivo de la cumbre hispano-francesa. Cuando ya estaba presentada, el PP introdujo durante el receso para la comida una enmienda en la que rechazaba también unas manifestaciones de Manuel Chaves. "No queremos la confrontación, pero aquello se hizo porque la oposición pedía el cese del subdelegado del Gobierno", explica un portavoz del PP.

En aquella sesión también el PSOE sacó a relucir el último "desaire injustificable" del PP: la ausencia sin más explicación de representantes del Ayuntamiento en la sesión de la comisión de seguimiento del metro.

Además, en esta dificultad de entendimiento parecen jugar también cuestiones personales. Según el delegado del Gobierno de la Junta en Málaga, Luciano Alonso, De la Torre "tiene cierto complejo ante sus antecesores [Pedro Aparicio y Celia Villalobos] que se enfrentaron a su propio partido por la defensa de Málaga y que cuando llegaban a acuerdos los cumplían". Además cree que el Ayuntamiento recurre al enfrentamiento con la Junta "porque el Gobierno central ha dado definitivamente la espalda a Málaga" y lamenta que el alcalde "no ha tenido capacidad de aceptar planteamientos importantes de la Junta como el Museo Picasso, la Ciudad de la Justicia o el metro".