El Siglo pasa de las telas a la cultura

Los antiguos y populares almacenes El Siglo de Valencia, que cerraron sus puertas hace unos 20 años, volverán a cobrar vida en un plazo estimado de poco más de un año. Ésa es la pretensión, al menos, del editor Eliseu Climent, promotor del ambicioso proyecto que aglutinará a las fundaciones Josep Renau, Ausiàs March, organizadora de los Premis Octubre, Joan Fuster y a la asociación Acció Cultural del País Valencià. De esta manera, la ahora un tanto oscura y desaprovechada calle peatonal de San Fernando, que surgió para enlazar dos áreas comerciales como la de San Vicente, más exclusiva, y la z...

Los antiguos y populares almacenes El Siglo de Valencia, que cerraron sus puertas hace unos 20 años, volverán a cobrar vida en un plazo estimado de poco más de un año. Ésa es la pretensión, al menos, del editor Eliseu Climent, promotor del ambicioso proyecto que aglutinará a las fundaciones Josep Renau, Ausiàs March, organizadora de los Premis Octubre, Joan Fuster y a la asociación Acció Cultural del País Valencià. De esta manera, la ahora un tanto oscura y desaprovechada calle peatonal de San Fernando, que surgió para enlazar dos áreas comerciales como la de San Vicente, más exclusiva, y la zona del Mercado Central, más popular, tendrá un acento marcadamente cultural.

La Fundació Josep Renau y otras fundaciones han adquirido el local a la empresa Ciudadela Invesiones SA por 3,3 millones de euros (550 millones de pesetas) a través de un préstamo que se irá abonando con las aportaciones de una campaña de ayudas de socios e inscripciones que se iniciará una vez el proyecto empiece a tomar forma.

Carles Dolç coordina la rehabilitación y se pretende contar con Oriol Bohigas

Se creará un nuevo espacio expositivo y se impartirán cursos de valenciano

El arquitecto coordinador del mismo es el valenciano Carles Dolç, y se pretende implicar también en la rehabilitación y habilitación del proyecto al arquitecto catalán Oriol Bohigas, al mallorquín de origen valenciano Frederic Climent y al alicantino Alfred Payá. Todos pertenecientes al ámbito lingüístico catalán, como el radio de acción de algunas de las fundaciones citadas.

La intención es contar, además, con la participación de artistas como Alfaro, Tàpies, Toni Miró, Perejaume y Mariscal, entre otros, para contribuir a la decoración del edificio de tres plantas, con ático y sótano. Alrededor de 3.000 metros cuadrados de superficie contiene el que fue llamado El Siglo Valenciano a finales del siglo XIX.

Su aparición tuvo una gran repercusión en la época. La gente no estaba acostumbrada a una tienda tan grande y bien surtida que era publicitada como un almacén dedicado a la venta al por mayor y detall y a precio fijo. "Toda clase de confecciones, géneros de punto, bayetas, mantas, tejidos de lana, telas estampadas, camisería, sastrería o pañuelos de Manila" eran los artículos que se ofrecían, apunta el librero Rafael Solaz, en su Breve historia de la calle de San Fernando. En la misma curiosa publicación, se relata que para la venta al detall, los dependientes, detrás del mostrador, atendían a la clientela acomodada en sillas. En 1909 llegaron a trabajar alrededor de 200 empleados. En la Exposición Regional de ese mismo año "se vieron recompensados con un Diploma de Honor y Medalla de Oro", agrega el autor, que sigue dando nombre a una recoleta librería de viejo de la céntrica arteria valenciana. Dice Climent que la estructura del edificio guarda similitudes con otros grandes almacenes de la época como el parisino La Fayette o el Can Jorba de Barcelona. Para Rafael Solaz, las instalaciones de El Siglo apenas fueron superadas con el paso del tiempo.

Además de reunir a las fundaciones señaladas en una misma sede, los promotores de la inciativa tiene el propósito de crear un espacio expositivo para muestras temporales de diverso signo. Se proponen exposiciones o talleres relacionadas quizá con el trabajo de Renau, con la fotografía, el fotomontaje, o bien, actualizando la pulsión artística, con el arte por ordenador. Pero aún no está claro.

El espacio acompaña a cualquier iniciativa de este tipo. En el vestíbulo, rodeado de columnas de hierro, sobre el que recaen los pisos unidos por una amplia escalera, entra luz cenital. El cineasta valenciano Monso se quedó prendado del espacio y logró rodar hace unos años su cortometraje La última moda en las abandonadas dependencias de lo que fue también el bazar El Siglo.

Las posibilidades del edificio son muchas y se han de ir concretando. Al parecer, se piensa en abrir un restaurante y trasladar a El Siglo los cursos de valenciano de Carles Salvador que se impartían en la calle de Moratín. No así la librería Tres i Quatre ni la redacción de la revista El Temps. También se realizarán actividades culturales y ambientales relacionadas con la Assemblea d'Alcaldes i Regidors, que ha promovido el nacimiento del Centre Ovidi Montllor de Alcoy que se presentará la próxima semana. Se prevé que la inversión para habilitar un edificio, cuya estructura está en buen estado, no superará los 6 millones de euros.