Feliciano López muestra en Vitoria su mirada en corto al cuerpo humano

Feliciano López Pastor (Madrid, 1949) se acerca al cuerpo humano desde el margen, con una mirada esquinada, que contempla más las sugerencias de los pliegues de la piel o las vinculaciones de los gestos y las distintas partes del ser humano con la naturaleza. Sus fotografías se exhiben hasta el próximo 14 de diciembre en la sala del Archivo del Territorio Histórico de Álava (Miguel de Unamuno, 1), bajo el título de Metamorfosis. La muestra prosigue la línea de trabajo de esta sala vitoriana de ofrecer todas las vertientes de la fotografía contemporánea.

Metamorfosis es en ...

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Feliciano López Pastor (Madrid, 1949) se acerca al cuerpo humano desde el margen, con una mirada esquinada, que contempla más las sugerencias de los pliegues de la piel o las vinculaciones de los gestos y las distintas partes del ser humano con la naturaleza. Sus fotografías se exhiben hasta el próximo 14 de diciembre en la sala del Archivo del Territorio Histórico de Álava (Miguel de Unamuno, 1), bajo el título de Metamorfosis. La muestra prosigue la línea de trabajo de esta sala vitoriana de ofrecer todas las vertientes de la fotografía contemporánea.

Metamorfosis es en realidad el epígrafe de la primera de las cinco series que conforman la exposición. Todas surgen de un momento de sequía creativa, a comienzos de los años ochenta. "Hacía cinco años que no cogía la cámara, salvo en los viajes, como un turista más; pero en 1986 me llamaron para una exposición y volví a replantearme mi trabajo sobre el desnudo", recuerda el fotógrafo madrileño.

Esa nueva mirada al cuerpo desnudo fue fructificando en la serie Aproximaciones, un grupo de unas 25 imágenes donde el objetivo es el estudio del cuerpo. Aquí manda muchas veces el escorzo, pero también la búsqueda de imágenes que rompan con el entendimiento habitual de piernas y brazos, por ejemplo. Se trataba de provocar sensaciones en el espectador, desde la sorpresa a la angustia y, también, el placer inquietante.

Hacia el año 1990, esta mirada se complicó un poco más y surgió la serie Dípticos, donde Feliciano López juega con las simetrías y los dobles, con el fin de construir nuevas formas, todas ellas siempre desde esos planos cortos que caracterizaban sus fotografías anteriores.

Al mismo tiempo, en los duros inviernos madrileños de esos años, nació la serie Carnes y verduras-Frutas y pescados, donde aunaba la cesta de la compra con las distintas partes del cuerpo, sobre todo, los lugares más sugerentes del cuerpo femenino. El objetivo era la búsqueda de sugerencias gastronómico-sexuales, con plátanos, pimientos, doradas, pulpos, caracoles, nueces, que actúan como protagonistas en un escenario corporal.

Parecía que había llegado a su fin esta investigación fotográfica de Feliciano López, cuando en 1995 comenzó a elaborar La foto de la foto, una forma de barroquizar las series anteriores. Esta es la última fase del trabajo, en la que hay un mayor interés por la composición y por la metáfora.

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Sin abandonar su estudio sobre el desnudo, López trabaja en la actualidad en la serie La ciudad imaginada. Es un proyecto para una ciudad ficticia, compuesta de retazos de mil lugares, al mismo tiempo que dirige las Jornadas Fotográficas de la localidad alicantina de Guardamar del Segura.

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