Polémicos aparcamientos en Sevilla

Los cuatro proyectos en construcción generan atascos y protestas

El Ayuntamiento de Sevilla aprobó en 1999, por unanimidad de los cuatro partidos representados, su Plan Integral de Ordenación Viaria, que, según su exposición de motivos, 'diseña estratégicamente la movilidad de la ciudad de Sevilla, fundamentándola en el respeto al medio ambiente, la utilización racional de las infraestructuras viarias, una política de aparcamientos que optimice el uso del vehículo privado, el fomento del transporte colectivo, el respeto al viandante y la promoción de la bicicleta, mediante la creación de carriles-bici'. En ese texto se establecen expresamente dos prioridade...

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El Ayuntamiento de Sevilla aprobó en 1999, por unanimidad de los cuatro partidos representados, su Plan Integral de Ordenación Viaria, que, según su exposición de motivos, 'diseña estratégicamente la movilidad de la ciudad de Sevilla, fundamentándola en el respeto al medio ambiente, la utilización racional de las infraestructuras viarias, una política de aparcamientos que optimice el uso del vehículo privado, el fomento del transporte colectivo, el respeto al viandante y la promoción de la bicicleta, mediante la creación de carriles-bici'. En ese texto se establecen expresamente dos prioridades respecto a la construcción de aparcamientos en el casco histórico: Impedirlos en su interior y fomentarlos en su periferia.

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Pese a esas directrices, dentro de la política de creación de estacionamientos subterráneos disuasorios desarrollada en este mandado, en la actualidad se construyen cuatro de ellos en pleno casco histórico y hay uno más en proyecto. En la ribera del Guadalquivir, alrededor de la Torre del Oro, se construyen los del Paseo Colón y la Avenida de Roma. El primero, con 535 plazas, lleva meses provocando el desvío del tráfico por el Arenal y su inauguración está prevista para abril de 2002, aunque la avenida ya será transitable el 15 de noviembre.

El segundo, bajo los jardines del Cristina, ha taponado la salida del centro por Puerta Jerez. Cuenta con 323 plazas, dejará de interrumpir la circulación el próximo jueves y será inagurado a mediados de febrero.

En pleno corazón de la ciudad, bajo la plaza de la Encarnación, se construye otro con 504 plazas y cuyas obras, recién empezadas, han tropezado con innumerables restos arqueológicos que amenazan con retrasar los plazos. En el entorno de la Macarena, en la calle San Luis, se construyen 131 plazas más.

Además, el proyecto de reurbanización de la Alameda de Hércules cuenta con un aparcamiento subterráneo de 250 plazas, que ha generado innumerables protestas vecinales antes siquiera de empezar su construcción.

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Las obras y los cortes de tráfico que generan han enloquecido en estos meses un poco más, si cabe, el tráfico en la capital hispalense.

Además, estos aparcamientos desvelan, aún más, la profunda esquizofrenia que vive el Gobierno municipal. Dos de ellos, los de Paseo Colón y Avenida de Roma, los construye directamente el área de Tráfico y Transportes, dirigida por el socialista Blas Ballesteros. Los otros dos y el proyecto de la Alameda corresponden al área de Obras Públicas y Urbanismo, en manos de los andalucistas, socios del PSOE en el Consistorio. Es la enésima muestra de que en Sevilla cada cual hace la guerra por su cuenta. Las obras son las armas. Y el casco histórico de Sevilla es el campo de batalla electoral.

Esta información ha sido elaborada por A.V. García, María H. Martí, Fernando P. Monguió, M.J. López Díaz, G. Donaire y L.E. Siles.

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