El catalanismo social

'Hace falta plantear una Cataluña futura que no venga definida exclusivamente por su lengua, historia o costumbres, sino también por la capacidad de garantizar una organización social, una forma de vida, una administración, unas reglas del juego democráticos diferentes. Una Cataluña que permitiera compartir -se hablase la lengua que se hablase, fuese cual fuese el lugar de origen- un futuro donde todos pudiésemos sentir el orgullo de vivir en un país donde se resuelven -y si se puede mejor que en los otros- los problemas diarios de las personas, de todas ellas sin exclusión'. Josep Antoni Dura...

'Hace falta plantear una Cataluña futura que no venga definida exclusivamente por su lengua, historia o costumbres, sino también por la capacidad de garantizar una organización social, una forma de vida, una administración, unas reglas del juego democráticos diferentes. Una Cataluña que permitiera compartir -se hablase la lengua que se hablase, fuese cual fuese el lugar de origen- un futuro donde todos pudiésemos sentir el orgullo de vivir en un país donde se resuelven -y si se puede mejor que en los otros- los problemas diarios de las personas, de todas ellas sin exclusión'. Josep Antoni Duran Lleida formuló en una conferencia el 25 de octubre de 2000, en el paraninfo de la Universidad de Barcelona, explicó su proyecto político para Cataluña. Su discurso, en el que apostaba por un catalanismo que diera prioridad al bienestar social de los ciudadanos por encima de los elementos identitarios, alejado de las tesis del nacionalismo romántico, levantó ampollas en los sectores más soberanistas de Convergència. Duran siempre ha considerado que el individuo se sentirá más unido a una colectividad y, por extensión, defensor del proyecto catalanista en la medida en que éste garantice su progreso económico y social. A juicio del dirigente democristiano, la prioridad es el mantenimiento de la cohesión social en Cataluña. Duran siempre se ha mostrado partidario de que CiU también posea un proyecto político para España y, como tal, ha defendido la entrada de los nacionalistas en el Gobierno central.