Cartas al director

Corría el 92...

Corría el año 92 y el gobierno municipal del PP presentaba a bombo y platillo la elaboración de un plan consistente en la redacción de seis PAU para la construcción de 70.000 viviendas, de las cuales 47.000 iban a contar con protección pública. Los PAU contemplaban todas las dotaciones urbanísticas legales, y entre ellas, la calificación de más de cien hectáreas de equipamiento deportivo.

Diez años más tarde, apenas se ha iniciado su construcción y las calificadas con protección pública se desarrollan en medio de denuncias y el escándalo que signífica un precio medio real superior a tre...

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Corría el año 92 y el gobierno municipal del PP presentaba a bombo y platillo la elaboración de un plan consistente en la redacción de seis PAU para la construcción de 70.000 viviendas, de las cuales 47.000 iban a contar con protección pública. Los PAU contemplaban todas las dotaciones urbanísticas legales, y entre ellas, la calificación de más de cien hectáreas de equipamiento deportivo.

Diez años más tarde, apenas se ha iniciado su construcción y las calificadas con protección pública se desarrollan en medio de denuncias y el escándalo que signífica un precio medio real superior a treinta millones de pesetas.

¿Y el equipamiento deportivo? Solapadamente, el Ayuntamiento está ofreciendo convenios a entidades privadas (Las Tablas-Real Madrid, Sanchinarro-Estudiantes, Monte Carmelo-Canoe), para que, previo pago de un canon de cesión, construyan instalaciones de carácter privado y selectivo, que naturalmente los distinga de esos polideportivos municipales masificados, trufados de emigrantes y tan conflictivos en definitiva.

Se cierra así, de manera cínica, el círculo.

Si aquellos ciudadanos tienen nivel adquisitivo para comprar esas viviendas, bien pueden pagar el derecho a practicar deporte en un club privado. La operación se vende como un eficaz y brillante ejercicio de gestión municipal: el Ayuntamiento ingresa el canon en sus arcas, el contribuyente se ahorra la inversión puntual y la perpetua consignación presupuestaria destinada a conservación y mantenimiento, y las instalaciones se construyen, que es lo que importa.

A la privatización encubierta de suelo deportivo le está siguiendo ya la del equipamiento sanitario (convenio con Sanitas). Conviene, por tanto, alertar a la oposición de que todavía quedan zonas deportivas en los PAU de Arroyo del Fresno, Carabanchel y Vallecas en los que aún es posible parar los pies a la gestión 'manzanera' o 'gallardoniana', es lo mismo, y que desempolve las señas de identidad de la izquierda. La libertad avanza con la igualdad, y esos señores nos están haciendo cada día más desiguales.

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