Duran augura un 'frente catalán' en la próxima legislatura si persiste la involución autonómica

CiU da por 'superada' la comisión parlamentaria sobre la mejora del autogobierno

Las premisas intocables de CiU en los 22 años de gobiernos presididos por Jordi Pujol comienzan a caer uno tras otro cuando falta todavía un año para el fin de la legislatura. La semana pasada, Convergència i Unió (CiU) rompió uno de sus tabúes, la reforma del Estatut, aunque remitiéndola a la próxima legislatura, cuando Pujol ya no será presidente. Josep Antoni Duran Lleida, secretario general de CiU, auguró ayer que en la próxima legislatura habrá que formar un 'frente político catalán' si el Gobierno central sigue en manos del PP y persiste la política autonómica actual, que todos los part...

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Las premisas intocables de CiU en los 22 años de gobiernos presididos por Jordi Pujol comienzan a caer uno tras otro cuando falta todavía un año para el fin de la legislatura. La semana pasada, Convergència i Unió (CiU) rompió uno de sus tabúes, la reforma del Estatut, aunque remitiéndola a la próxima legislatura, cuando Pujol ya no será presidente. Josep Antoni Duran Lleida, secretario general de CiU, auguró ayer que en la próxima legislatura habrá que formar un 'frente político catalán' si el Gobierno central sigue en manos del PP y persiste la política autonómica actual, que todos los partidos catalanistas consideran involutiva. 'Lo que no ha habido en 20 años', dijo.

El augurio de Duran, expuesto en una entrevista radiofónica en Ona Catalana, confirma que la federación nacionalista está decidida a prescindir de algunos paradigmas que han guiado a Pujol desde 1980. El de la inconveniencia de reformar el Estatut es uno de ellos. Pujol lo ha mantenido a pesar de que en el debate de su investidura en 1980 se comprometió a promover la reforma.

Después, en 1987, con mayoría absoluta de CiU en el Parlament, también se votó a favor de la reforma, pero entonces condicionándola como ahora a que se llegue previamente a la conclusión de que es imposible aplicarlo de acuerdo con el espíritu del pacto constitucional.

La posibilidad de reclamar la reforma del Estatut ha sido esgrimida siempre por CiU como una amenaza en las negociaciones con los gobiernos centrales, pero Pujol nunca ha querido emprenderla.

Otro paradigma pujolista es el de que CiU monopolice el constante tira y afloja con los gobiernos centrales sobre el desarrollo autonómico, con negociaciones bilaterales entre los gobiernos y entre CiU y los partidos gobernantes en Madrid.Este último esquema es el que Duran puso ayer en cuestión.

Después de la sequía de resultados de la presente legislatura en materia autonómica, Duran admitió que 'lo ideal' para la próxima sería que todas las fuerzas políticas, o al menos las de tradición catalanista, alcanzaran un acuerdo sobre cómo superar el actual marco estatutario.

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En este punto, sin embargo interviene el principal elemento fijo en la política de CiU desde su fundación, al que los nacionalistas no parecen dispuestos a renunciar: el de que un acuerdo entre todos los partidos catalanes no es posible porque algunos de ellos 'no son de estricta obediencia catalana'. Lo que en el argot político nacionalista es la acusación de 'sucursalismo'. Duran se mostró convencido de que el PSC se apartaría de lo acordado en Cataluña si los socialistas ganaran las elecciones legislativas en toda España 'El PSOE se encargaría de ello', aseguró.

CiU mantuvo ayer su voluntad de monopolizar la demanda de autogobierno rechazando la continuación de los trabajos de la comisión parlamentaria encargada de elaborar una propuesta. Tanto el conseller en cap, Artur Mas, como el portavoz de CiU en el Parlament, Ramon Camp, explicaron que ésta ha sido 'superada' por el acuerdo tomado la semana pasada por el pleno el Parlament para iniciar en la próxima legislatura la reforma del Estatut.

Los tres partidos de la izquierda, sin embargo, acusan a CiU de actuar con mala fe política al haber dilatado durante un año los trabajos de la comisión y de impedir acuerdos para esta legislatura alegando que hay 'el mejor acuerdo', pero para la próxima.

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