Alud de alegaciones contra la modificación de las tragaperras porque 'fomenta la ludopatía'

El juego proporciona unos ingresos de 300 millones de euros a la Hacienda autonómica

Rechazo unánime al anteproyecto de decreto de la Generalitat para modificar el funcionamiento de las máquinas tragaperras. Los pequeños empresarios del sector, los partidos de la izquierda parlamentaria y las asociaciones de jugadores rehabilitados y de ludópatas han presentado 28 alegaciones a la iniciativa porque consideran que la reforma sólo favorece a los grandes empresarios del sector y 'fomenta la adicción al juego' porque se reduce del 75% al 70% el importe de los premios, aumenta el precio de la partida y disminuye el intervalo entre partidas. La Administración autonómica reconoce sin...

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Rechazo unánime al anteproyecto de decreto de la Generalitat para modificar el funcionamiento de las máquinas tragaperras. Los pequeños empresarios del sector, los partidos de la izquierda parlamentaria y las asociaciones de jugadores rehabilitados y de ludópatas han presentado 28 alegaciones a la iniciativa porque consideran que la reforma sólo favorece a los grandes empresarios del sector y 'fomenta la adicción al juego' porque se reduce del 75% al 70% el importe de los premios, aumenta el precio de la partida y disminuye el intervalo entre partidas. La Administración autonómica reconoce sin reparos que si se lleva a cabo esa reforma es porque así lo han pedido los empresarios del sector que saldrán beneficiados.

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'Yo no tengo ninguna vergüenza en admitir que existen intereses privados legítimos para hacer esta reforma y por eso se ha sometido a información pública'. Con esa contundencia se expresa Amadeu Farré, director general de Juegos y de Espectáculos de la Generalitat desde 1994, para justificar el cambio legal. Esta semana ha concluido el periodo de exposición pública del anteproyecto y se han presentado 28 alegaciones. Entre ellas, las dos asociaciones de pequeños empresarios del sector, que piden la retirada del proyecto porque creen que es una iniciativa tan innecesaria como precipitada que no reclama el ciudadano. Argumentos parecidos utilizan en sus alegaciones la Asociación de Jugadores Rehabilitados de Cataluña y la Fundación Idelta, vincula con el mundo de la ludopatía.

También el PSC ha presentado su alegación reclamando la retirada del anteproyecto al entender que estimula la adicción al juego y favorece a las grandes empresas. Joan Ferran, diputado del PSC, considera que el gran beneficiario de la reforma es el Grupo Cirsa y, en menor medida, Recreativos Franco, que controlan el 70% de las 49.771 tragaperras que hay en Cataluña.

Más ingresos

Cirsa es una sociedad de Terrassa propiedad de los hermanos Lao que atraviesa dificultades económicas y a la que la reforma del reglamento del juego le supondría una inyección importante de dinero. Con las reformas que pretende la Generalitat, con toda probabilidad los grandes empresarios ingresarán más y, a cambio, gastarán menos en premios.

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Cirsa y Recreativos Franco son, a través de esas marcas o de sociedades interpuestas, fabricantes de máquinas, distribuidores y operadores del sector. Por eso, cualquier modificación que se haga en el contador de premios o en el intervalo de la jugada obliga o a una reprogramación de la máquina tragaperra o a la adquisición de otra nueva. 'Y la única empresa capaz de hacer esa adaptación es Cirsa', asegura Joan Ferran. La Asociación Catalana de Máquinas Recreativas, la Asociación Europer y el Gremio Catalán de Salas de Ocio recuerdan que hace sólo unos meses ya tuvieron que adaptar las máquinas al euro y ahora deberán afrontar un nuevo gasto. Además, consideran que la Generalitat está 'endureciendo' el funcionamiento de las tragaperras y que la reforma 'no responde a ningún criterio social ni empresarial'.

Joan Ferran recuerda que 'la industria del juego es el principal contribuyente de la Generalitat'. El año pasado los ingresos fueron de 49.771 millones de pesetas (299,1 millones de euros). El 40,2% de esa cantidad lo generaron las máquinas tragaperras. Las que más abundan (38.784) son las de apuestas y la mayoría (36.291) están instaladas en los bares. Eso las hace accesibles a la inmensa mayoría de la población, pues sólo 2.026 de esas máquinas están en salones de juego.

Un bar puede tener un máximo de dos tragaperras, sean del tipo que sean, pero la reforma de la Generalitat pretende sacar de los bares las llamadas máquinas grúa, las provistas de un gancho con las que se puede ganar un muñeco de peluche u otro regalo. Si esas máquinas desaparecen de los bares, su lugar lo ocuparán otras, probablemente de apuestas.

El grupo parlamentario de ICV también ha presentado una proposición no del ley para pedir la retirada del anteproyecto y la redacción de una normativa que reduzca el acceso a las tragaperras.

Estímulo para el juego

La asociación Ajurec entiende que el hecho de que se aumente el importe de los premios será un estímulo para que los jugadores gasten más dinero. Esta entidad recuerda que si prospera la reforma en sólo unos meses se habrá triplicado la posibilidad de gasto que pueda realizar un jugador, por lo que es probable que aumenten también los casos de ludopatía y las consecuencias económicas que han de sufrir por ello las familias afectadas.

'La Generalitat siempre ha actuado con una actitud de servilismo hacia Cirsa por motivos que desconocemos pero que intuimos', asegura diputado socialista Joan Ferran. 'Yo no les conozco de nada. No soy ni amigo ni enemigo suyo, soy la Administración', responde el director general del Juego, quien recuerda que hace años esta empresa llevó a la Generalitat a los tribunales por su política recaudatoria. 'A nadie se le escapa que Cirsa y Recreativos Franco son el Barça y el Madrid, pero en esta liga también juegan otros equipos', puntualiza Amadeu Farré a modo de explicación. La empresa Recreativos Franco tiene su sede en Madrid, mientras que Cirsa tiene sus instalaciones industriales en Terrassa.

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