Siglo XXI
A los vecinos de la calle de Almanzora, en Aravaca, no nos cuadran estos datos: Aravaca (Madrid), septiembre del año 2002, siglo XXI... Y nuestra calle ¡sin asfaltar!
Como consecuencia: ¿problemas? ¡Todos! Cuando llueve, se convierte la calle en un paraje intransitable que los taxistas se niegan a atravesar. Cuando no llueve, la polvareda que se levanta con los coches es enorme, el polvo invade todo, el ambiente es irrespirable.
Ante las próximas elecciones municipales, los vecinos de la calle de Almanzora queremos hacer una llamada a la señora concejal del distrito, para que ten...
A los vecinos de la calle de Almanzora, en Aravaca, no nos cuadran estos datos: Aravaca (Madrid), septiembre del año 2002, siglo XXI... Y nuestra calle ¡sin asfaltar!
Como consecuencia: ¿problemas? ¡Todos! Cuando llueve, se convierte la calle en un paraje intransitable que los taxistas se niegan a atravesar. Cuando no llueve, la polvareda que se levanta con los coches es enorme, el polvo invade todo, el ambiente es irrespirable.
Ante las próximas elecciones municipales, los vecinos de la calle de Almanzora queremos hacer una llamada a la señora concejal del distrito, para que tenga a bien darse un paseíto por aquí y comprobar por sí misma la situación.
Señora concejal: en España, gracias a Dios, hasta los pueblos más míseros están asfaltados. Sólo las barriadas marginales de chabolas padecen esto. Lo nuestro sólo es comparable a un pobre barrio de chabolas de lata y barrizal o equiparable a algunos barrios del Tercer Mundo.
Que suceda esto en Aravaca -siglo XXI- es difícilmente comprensible.
¿Es justo que a ciudadanos que pagan religiosamente sus impuestos -¡cada vez más altos, por cierto!- se les trate así?
Otro grave problema: desde que vivimos aquí -va para un año- jamás hemos visto un solo policía de patrulla. Los cacos campan a sus anchas. Una noche sí y otra no se producen alunizajes [robos tras empotrar vehículos de gran cilindrada en escaparates]. En las casas hemos tenido que poner rejas hasta el tejado, alarmas... Todo es poco. Hay miedo a volver de noche. Esto es el Far West.
Claro, que el déficit cero, que tanto preconiza el ministro Rodrigo Rato, lo estamos alcanzando gracias al esfuerzo y sacrificio de los ciudadanos. La mezquina actitud de este Gobierno en inversión pública y aumento en dotación de fuerzas del orden salta a la vista.