Reportaje:

La conexión nórdica

Desmantelada una banda internacional que introducía en Noruega y Suecia alcohol puro español de contrabando

Eran una banda casi de guante blanco. Los jefes eran dos noruegos y un polaco. Llevaban una existencia aparentemente apacible, entre la gente de dinero de la Costa. Tienen entre 40 y 52 años y residían hasta ahora en Mijas, Sotogrande y Marbella. Eran aficionados a la buena vida, sin estridencias; entraban y salían con sus familias del país, como cualquiera de los miles de extranjeros residentes en la Costa del Sol. Conducían Mercedes de todas clases: descapotables, todoterreno o berlinas. También, 4x4 japoneses del modelo Land Cruiser. Su tranquilidad se terminó en mayo, cuando un grupo espec...

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Eran una banda casi de guante blanco. Los jefes eran dos noruegos y un polaco. Llevaban una existencia aparentemente apacible, entre la gente de dinero de la Costa. Tienen entre 40 y 52 años y residían hasta ahora en Mijas, Sotogrande y Marbella. Eran aficionados a la buena vida, sin estridencias; entraban y salían con sus familias del país, como cualquiera de los miles de extranjeros residentes en la Costa del Sol. Conducían Mercedes de todas clases: descapotables, todoterreno o berlinas. También, 4x4 japoneses del modelo Land Cruiser. Su tranquilidad se terminó en mayo, cuando un grupo especial de la policía noruega se desplazó a Málaga para seguir la pista de Stanley L., de 46 años, que 'se había quitado de en medio , al ser imputado de un caso en Noruega y se vino aquí, como de vacaciones', afirma una fuente cercana a la investigación.

El negocio de S. L. era el contrabando de alcohol puro (de 96,3 grados) a los países nórdicos. Se trata de un oficio muy lucrativo: 'en España, un litro de alcohol puro cuesta 9,34 euros, impuestos incluidos y en Noruega vale 111 euros'. Su banda traía de cabeza a las policías sueca y noruega desde hace tiempo. En el último año, en Noruega las autoridades habían interceptado casi 200.000 litros de alcohol de contrabando y en Suecia una cantidad superior', apunta un agente de la investigación. En los distintos golpes que la policía nórdica había dado a esta red detuvo a casi 100 personas en los últimos años.

Tras cuatro meses de trabajo, en colaboración con la Guardia Civil y distintas policías municipales, han sido detenidos los tres cabecillas. También dos españoles, uno residente en Sevilla, C. O. B., arrestado en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y vinculado a una familia de bodegueros. Este individuo 'se encargaba de la gestión de los envíos y daba las instrucciones correspondientes a los escalones inferiores', según una nota distribuida ayer por la Guardia Civil. El otro español detenido, F. L. L., tenía una nave en Getafe (Madrid) en la que se encontraron unos 26.000 litros de alcohol, camuflados entre sacos de patatas, preparados para ser enviados en Noruega. Asimismo, tenía llenos tres grandes depósitos de 1.000 litros cada uno. Este ciudadano tenía la única pistola intervenida en esta operación policial, llamada Fiordo; una Glook, 9 milímetros parabellum, 'muy profesional y muy cara', según agentes de la Guardia Civil.

Los cinco detenidos están acusados de delitos contra la Hacienda pública, blanqueo de capitales y contrabando. Entre el material intervenido hay 72.000 litros de alcohol puro y dinero, joyas y diamantes por valor de 760.000 euros. Las joyas eran muy pocas y todas de mucho precio. En el botín también aparecían 33 teléfonos móviles o sellos de empresas ficticias de Portugal, Alemania, Polonia y Bélgica y otros de compañías residentes en paraísos fiscales como Malta o Gibraltar.

La banda camuflaba el material de estraperlo entre mercancías agrícolas, cebollas o patatas, en bidones de plástico que iban dentro de contenedores de madera. Los puntos de partida eran Zafra (Badajoz) o Getafe, según los casos. Los jefes nórdicos daban las órdenes y establecían las conexiones en los países escandinavos, pero no tenían una estructura propia en el interior de España. Las tres viviendas de los jefes eran de lujo, pero los agentes de la Guardia Civil se quedaron admirados de la enorme piscina de la que disfrutaba en Sotogrande, hasta ahora, el lugarteniente de S. L., el polaco J. K., de 40 años.

Un monopolio estatal

El jefe de la unidad de drogas, blanqueo de capitales y tramas financieras de la policía de Oslo trasladado a Málaga para la operación Fiordo, Ole Didrik Nyhus, explicó ayer en la Cadena SER la trascendencia del operativo: 'En Noruega y otros países nórdicos hay políticas muy restrictivas sobre la venta de alcohol. No está permitido comprar alcohol de alta graduación o cerveza en tiendas normales. Si quieres comprar este tipo de productos o vino tienes que ir a tiendas especializadas que son propiedad del Estado. No obstante, tenemos muchas tiendas donde se vende alcohol, pero controladas por el Estado noruego'. Nyhus agradeció al equipo contra la delincuencia organizada y antidroga (EDOA) de la Guardia Civil su colaboración para desmantelar la banda que traficaba el alcohol en su país. Según su relato, seis agentes de su unidad -CATCH- se desplazaron para esta misión. Algo bastante habitual en Málaga. Hay cinco convenios con policías extranjeras por los que un oficial de enlace está radicado en la zona. Y todos los meses hay policías escandinavos, holandeses, italianos, franceses, británicos o de otras nacionalidades que patrullan por la costa, previa advertencia a los jueces españoles. Este caso lo lleva un magistrado de Fuengirola.

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