Reportaje:HISTORIA DE MOROS Y CRISTIANOS

Musulmanes: un galopante fracaso escolar

Fracaso escolar? El director provincial del Ministerio de Educación en Melilla, José Luis Vereda, afirma imperturbable que no dispone de datos sobre el número de estudiantes que no alcanzan el título básico. 'Aquí los niños van y vienen mucho', comenta risueño. ¿Hay datos sobre el fracaso escolar en la población musulmana? Respuesta: '¿No sabe usted que no se puede preguntar a los alumnos la religión que profesan?'. ¿Y profesores musulmanes, cuántos hay? 'Pues creo que me sobra con los dedos de la mano, pero no me he parado a pensarlo'. El ministerio de Educación en Melilla es una caja de sorp...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Fracaso escolar? El director provincial del Ministerio de Educación en Melilla, José Luis Vereda, afirma imperturbable que no dispone de datos sobre el número de estudiantes que no alcanzan el título básico. 'Aquí los niños van y vienen mucho', comenta risueño. ¿Hay datos sobre el fracaso escolar en la población musulmana? Respuesta: '¿No sabe usted que no se puede preguntar a los alumnos la religión que profesan?'. ¿Y profesores musulmanes, cuántos hay? 'Pues creo que me sobra con los dedos de la mano, pero no me he parado a pensarlo'. El ministerio de Educación en Melilla es una caja de sorpresas: está vacío de datos e inundado de un raro optimismo.

El Sindicato Autónomo de Trabajadores de la Enseñanza (SATE) está mejor informado, y, por ello, más preocupado. José Luis López Belmonte maneja datos que asegura haber trasladado al Consejo Escolar y al ministerio: 'En estos momentos, en Melilla, entre el 56% y el 58% de los alumnos de enseñanza obligatoria son de origen bereber, y, según nuestros datos, el fracaso escolar es de un 52,8%'. De un total de 831 maestros y profesores de secundaria, sólo un 3% son musulmanes y conocen el tamazight, la lengua materna que hablan los niños cuando llegan a la escuela. Además, en primaria la media de alumnos por aula es de 27, cuando en el ámbito nacional es 20.

¿De qué hablan los adolescentes musulmanes con sus compañeros cristianos? De Rosa, de David Bisbal, de 'Operación Triunfo'
Más información

El 'tamazight

López Belmonte reconoce que en los últimos años se han reforzado las plantillas del profesorado, pero denuncia que la dirección provincial ha impedido que equipos de la Universidad de Granada realizaran trabajos de investigación educativa, y critica que no se luche contra el desconocimiento del castellano haciendo gratuita y obligatoria la educación infantil.

Darse cuenta de que la mayoría de los centros públicos de educación primaria y secundaria en Melilla están abarrotados de niños musulmanes no exige esfuerzo. En algunos, incluso, son la totalidad. Por ejemplo, el instituto Rusadir, el más moderno de la ciudad, construido a las puertas de barriadas estrictamente musulmanas y considerado por algunos como un gueto. La mitad de los 700 alumnos de 12 a 18 años que acuden a clase son niñas, y, de ellas, sólo 8 o 10 llevan hiyab o pañuelo en la cabeza.

La gran mayoría de los adolescentes musulmanes, como los cristianos, sigue la moda y muchas de las chicas lucen el ombligo al aire y atrevidos peinados. ¿De qué habláis con los chicos cristianos? Un grupo de estudiantes contesta atropelladamente, camino del amplio patio: 'De Rosa, de David Bisbal y de Operación Triunfo'.

¿Y qué pasa con las 10 del hiyab? 'Nada, lo tomamos con más naturalidad que en la Península', explica el director del instituto, Narciso Llorente. La gran mayoría de las niñas, explica, hacen deporte, bailan o dan clase de música. Y en otros institutos, como el Virgen de la Victoria, donde hay una piscina cercana, aprenden a nadar con sus compañeros. 'Sólo me he encontrado un caso de una niña a la que su padre no dejaba ir a la piscina', asegura Javier Gutiérrez, profesor de Educación Física. 'Hay muy pocos casos de padres integristas que planteen exigencias religiosas', insiste Llorente.

En los institutos no se imparte todavía clase de religión musulmana, pero sí en los colegios de primaria, en virtud de un concierto con la Comision Islámica aprobado en 1996. Algunos cristianos temen que sea un vehículo para reforzar posiciones ultrarreligiosas, pero los propios musulmanes progresistas descartan esa posibilidad. Yonaida Sel-lam, una joven socialista, que ha sido muy criticada por los sectores más ortodoxos del islam local, no muestra preocupación al respecto. 'Si se dan clases de cristianismo habrá que darlas de islam', mantiene, y asegura que los profesores de religión islámica, en su mayoría, no son en absoluto radicales.

Hassan Burrahay es uno de esos maestros. Habitualmente da clase de lengua, pero es un hombre religioso y cuando se pidieron 10 profesores para esta materia se apuntó en la lista. 'Para dar clase de religión islámica hay que reunir los mismos requisitos que para dar la de religión cristiana: ser español, licenciado o diplomado y recibir el visto bueno de la comisión religiosa', explica. ¿Acepta en clase niñas sin hiyab? 'Doy clase de religión, no les digo cómo deben vestir. No quiero polémica'.

En el Rusadir, la mayoría de los 69 profesores, (tres de ellos musulmanes) está también menos preocupada por la religión que por las prolongadas faltas de asistencia de muchos alumnos o las carencias socioculturales de los padres. 'Hablar de fracaso escolar de los niños musulmanes es un tabú. Nos movemos con la mentalidad de que aquí no hay problemas', afirma enfadado un veterano profesor que prefiere no identificarse. Y una compañera suya insiste: 'Deberíamos estar contentos porque ésta es la primera generación de melillenses musulmanes que ha sido escolarizada. Antes de 1985, por muchas generaciones que llevaran viviendo en la ciudad, no tenían la nacionalidad ni el derecho a ir a la escuela pública. Pero debemos afrontar ya el problema de la lengua'.

Jahfar, el único profesor de tamazight de Melilla, se queja de tener que mendigar el reconocimiento de su lengua tanto en España como en Marruecos. 'Los niños musulmanes de esta ciudad fracasan porque en la escuela no encuentran elementos con los que se puedan identificar. No se puede educar a un niño fuera de su lengua materna, que, además, se habla en todo el Rif, de Marruecos a Argelia'. Jahfar se ríe de los discursos peninsulares sobre la multiculturalidad. 'Aquí el empeño por mutilar una parte de la ciudad es tan grande que han acabado por suprimirle toda personalidad. A mí no me molesta que la Orquesta Sinfónica de Melilla toque a Falla, me gusta. Me molesta que me ignore, a mí y a mi música. En el fondo', añade sarcástico, 'el problema es la sensación de provisionalidad de los cristianos que hace que no tracen nunca planes a largo plazo. Me temo que los únicos que no tenemos dudas de que esto es España somos los que hablamos tamazight'.

Un 36,3% de la población

¿EXISTE DEBATE en la comunidad musulmana de Melilla sobre la necesidad de modernizar la interpretacion del Libro y adaptarlo a la evolución de su propia sociedad? ¿Aumenta, por el contrario, el integrismo en las callejas de la antigua Cañada de la Muerte? Más que un problema de lealtades, lo que interesa es la adaptación de los musulmanes melillenses a la sociedad occidental y la lucha que se registra entre asociaciones, personas y tendencias por hacerse con el control de la población. Y con la parte del pastel que toque en el reparto de subsidios, sistema en el que se ha basado siempre la administración de la ciudad. Un ejemplo de la complejidad del mayor grupo de musulmanes españoles que existe en la actualidad, fue el debate que se organizó el 25 de junio en el Consejo de la Juventud de Melilla. Se debatía el papel de la mujer en 'las sociedades musulmanas', y ciento y pico personas se apretujaron para escuchar a la eurodiputada Elena Valenciano. La discusión fue tan viva que se acordó sobre la marcha no proyectar la película prevista y dedicar todo el tiempo a las intervenciones del público. Allí estaba Abdelkrim, el polémico y ultrarreligioso dirigente que quiere hacerse con el control de la Asociación de Vecinos de la Cañada, y que defendió que las mujeres lleven el hiyab. Y Yonaida Sel-lam, que llama mentirosos, con todas las letras, a quienes dicen que el Corán impone el pañuelo. Entre el público, Mohamed Bussian, un prometedor abogado que anima cualquier debate progresista sobre el futuro de la comunidad. Y Abderkader Mohamed Alí, un ex eurodiputado de IU reconvertido a la fe, que preside la asociación religiosa ortodoxa Badr, y que intenta extender su influencia. Y algunos miembros de Coalición por Melilla, el partido musulmán que cuenta con cinco concejales en el Gobierno de la ciudad, y que también aspiran a representar a la comunidad en su conjunto. Y, por supuesto, algunos cristianos, interesados en saber qué ocurre dentro de la comunidad musulmana. La verdad es que resulta difícil, entre otras cosas porque la Administración no se ha dedicado a hacer estudios sobre esa otra parte de su población. El primer problema es saber cuántos hay en Melilla. Oficialmente no se sabe. O si se sabe, no se dice. Todo son estimaciones' El director de Estadística, encargada de hacer el censo, explica que el número oficial de habitantes de la ciudad es de 68.789, de los que calcula que unos 25.000 (36,34%) tienen apellidos musulmanes y otros 3.000 apellidos mixtos. Y de esos 25.000 estima que unos 18.000 (26,17%) deben tener la nacionalidad española, y el resto, sólo permiso de residencia.

Archivado En