Balza cree 'proporcional' la respuesta de los agentes en los incidentes de Hontza

El consejero de Interior, Javier Balza, ha defendido la actuación de la Ertzaintza el pasado 20 de mayo junto al centro Hontza de Bilbao, cuando detuvo a dos vecinos del local que de noche cobija drogodependientes. En respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el PP, Balza sostiene que 'la actuación policial fue proporcional a la circunstancia de que los agentes se vieron rodeados por un numeroso grupo de personas que comenzaron a lanzarles estacas de madera, piedras, botellas, huevos, una base de hormigón de una sombrilla e incluso una lámpara de bronce'.

El parlamentario del...

El consejero de Interior, Javier Balza, ha defendido la actuación de la Ertzaintza el pasado 20 de mayo junto al centro Hontza de Bilbao, cuando detuvo a dos vecinos del local que de noche cobija drogodependientes. En respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el PP, Balza sostiene que 'la actuación policial fue proporcional a la circunstancia de que los agentes se vieron rodeados por un numeroso grupo de personas que comenzaron a lanzarles estacas de madera, piedras, botellas, huevos, una base de hormigón de una sombrilla e incluso una lámpara de bronce'.

El parlamentario del PP Carlos Urquijo le había preguntado si la actuación policial fue adecuada y, por tanto, 'si no estarían justificadas las críticas de los vecinos sobre la supuesta provocación policial'.

Balza afirma que su respuesta escrita que 'repeler una agresión no admite ser calificado de provocación', excepto si quien hace ese reproche 'está interesado en que no exista presencia policial en la zona'. La ausencia de la policía, añade el consejero, perjudicaría la defensa de los derechos de los 'usuarios, trabajadores y colaboradores de Hontza'. Cada noche, desde hace seis meses largos, la Ertzaintza patrulla en el entorno del centro de Cáritas mientras los drogodependientes entran escoltados por voluntarios.

El consejero también recuerda que uno de los vecinos fue detenido por dañar un coche (se le intervino un martillo) y por negarse a identificarse, y el otro, reincidente, por atentado contra la autoridad.