Contra la avalancha migratoria
Durante la cumbre de Sevilla, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea quieren dar unas cuantas respuestas simples a preguntas complejas. Bajo la impresión de los éxitos electorales de los partidos populistas de derechas, que se han aprovechado del temor de muchos ciudadanos al extrañamiento, pretenden atender tardíamente a un tema que durante mucho tiempo han descuidado culpablemente: la lucha contra la inmigración ilegal, la delimitación de la inmigración legal y la protección de las fronteras exteriores de la Unión Europea.
Por el contrario, y pese a las dudas que puedan...
Durante la cumbre de Sevilla, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea quieren dar unas cuantas respuestas simples a preguntas complejas. Bajo la impresión de los éxitos electorales de los partidos populistas de derechas, que se han aprovechado del temor de muchos ciudadanos al extrañamiento, pretenden atender tardíamente a un tema que durante mucho tiempo han descuidado culpablemente: la lucha contra la inmigración ilegal, la delimitación de la inmigración legal y la protección de las fronteras exteriores de la Unión Europea.
Por el contrario, y pese a las dudas que puedan plantear las medidas, nada tiene de objetable que los Gobiernos de la UE quieran actuar ahora contra la inmigración ilegal con un plan por etapas, un plan que incluye desde una mejor cooperación de las autoridades hasta un cuerpo europeo para proteger las fronteras. El complejo tema de la inmigración y del derecho de asilo merece, al margen de calendarios electorales, una discusión independiente sobre la presión migratoria y una respuesta adecuada. (...)
La inmigración tiene múltiples aspectos. En Europa requiere respuestas comunes. Los Gobiernos de la Unión Europea han desperdiciado mucho tiempo y no han aportado soluciones prácticas. Si ahora hicieran el esfuerzo de lograr políticas comunes de inmigración y asilo, podrían acercar más 'Europa' a unos ciudadanos escépticos. Es ineludible tomar decisiones inequívocas para limitar el flujo de la inmigración.
Peter Hort
Francfort, 21 de junio