El Inem decidirá cuándo un empleo es adecuado
La definición de empleo adecuado es una de las principales novedades de la reforma del paro. Hasta el momento, el propio demandante de empleo decidía si un empleo era adecuado o no. A partir de ahora, será el Instituto Nacional de Empleo (Inem) el que dictamine en qué consiste ese concepto. En principio, se considerará como tal todo trabajo ajustado a la profesión habitual del parado. Si transcurrido un año el trabajador continúa desempleado, el concepto se amplía a cualquier profesión que se adecue a las aptitudes físicas y formativas del desempleado. Esto amplía el abanico de posibilidades a...
La definición de empleo adecuado es una de las principales novedades de la reforma del paro. Hasta el momento, el propio demandante de empleo decidía si un empleo era adecuado o no. A partir de ahora, será el Instituto Nacional de Empleo (Inem) el que dictamine en qué consiste ese concepto. En principio, se considerará como tal todo trabajo ajustado a la profesión habitual del parado. Si transcurrido un año el trabajador continúa desempleado, el concepto se amplía a cualquier profesión que se adecue a las aptitudes físicas y formativas del desempleado. Esto amplía el abanico de posibilidades al arbitrio del Inem.
El parado tendrá que aceptar cualquier empleo, fijo o temporal, que se ajuste a esa definición y que diste hasta 30 kilómetros de su domicilio, siempre que el trayecto no implique más de dos horas de viaje y los gastos no supongan más del 20% del salario.
El rechazo de una oferta de empleo adecuado supondrá la pérdida de la prestación por tres meses. Un segundo rechazo ampliará la suspensión a seis meses y a la tercera vez se perderá definitivamente la prestación. Antes de la reforma, rechazar un empleo adecuado también suponía perder el derecho, pero tenía que ser el propio desempleado quien reconociera que el trabajo era adecuado pero prefería rechazarlo.