La Academia de San Fernando rechaza derribar la obra del Teatro Romano

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando adoptó la decisión de pedir más información sobre las actuaciones encaminadas al derribo de la obra nueva del Teatro Romano de Sagunto, cuyo caso fue tratado en la pasada reunión del lunes, a propuesta del secretario de la comisión de monumentos, Pedro Navascués, quien consideró que la demolición sería un 'despropósito', que 'a ojos de Europa' constituiría 'una lección de falta de sentido común'. Navascués criticó duramente la intervención de Grassi y Portaceli, pero rechazó con vehemencia el derribo.

La propuesta de estudiar un próximo p...

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando adoptó la decisión de pedir más información sobre las actuaciones encaminadas al derribo de la obra nueva del Teatro Romano de Sagunto, cuyo caso fue tratado en la pasada reunión del lunes, a propuesta del secretario de la comisión de monumentos, Pedro Navascués, quien consideró que la demolición sería un 'despropósito', que 'a ojos de Europa' constituiría 'una lección de falta de sentido común'. Navascués criticó duramente la intervención de Grassi y Portaceli, pero rechazó con vehemencia el derribo.

La propuesta de estudiar un próximo pronunciamiento por parte de la Academia de San Fernando sobre el Teatro Romano de Sagunto, cuyo titular es el Ministerio de Cultura, aunque la gestión es autonómica, fue formulada por Navascués bajo 'el espítiru de no repetir otro despropósito'. Este es el sentido de la iniciativa, que fue bien acogida por los miembros de la institución con sede en Madrid, que pidieron más información.

A título personal, el catedrático de Historia de la Arquitectura explicitó su rechazo al proyecto arquitectónico de Grassi y Portaceli, del que dijo que no se tenía que haber realizado 'jamás', pero insistió en que, 'una vez hecho', el derribo produciría daños en el monumento. 'Es de locos', añadió sobre la anunciada demolición que dejaría el monumento 'hecho una desgracia'. 'Más vale dejarlo así', concluyó.

El presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, Salvador Aldana, por su parte, manifestó que la institución se reunió el pasado martes y fijó su posición remitiéndose al informe de 1992 en el que se señalaba que la intervención de Grassi y Portaceli 'corría el peligro de destruir el patrimonio histórico del monumento' y no se pronunció sobre el derribo. 'Ningún organismo público nos ha pedido opinión', indicó.

El grupo parlamentario del PSPV en las Cortes Valencianas presentará una proposición no de ley para que sea el Consell Valenciá de Cultura (CVC) el que establezca el efecto que debe tener la sentencia del Tribunal Supremo que declaró ilegal la obra de Grassi y Portaceli. El portavoz socialista, Joaquim Puig, pidió que se faciliten 'todos los informes'. El CVC y la Academia de San Carlos han manifestado la conveniencia de formar parte de la comisión que ha de estudiar el derribo.